Aunque fue asilado y acogido en Nicaragua hace algunos meses, el dirigente indígena Alberto Pizango corre ahora el peligro de ser expulsado de dicho país por abusar de la hospitalidad que le dio el régimen de Daniel Ortega.
Aunque fue asilado y acogido en Nicaragua hace algunos meses, el dirigente indígena Alberto Pizango corre ahora el peligro de ser expulsado de dicho país por abusar de la hospitalidad que le dio el régimen de Daniel Ortega.
Según reveló el embajador de Nicaragia en el Perú, Tomás Borge, Pizango -procesado por los hechos violentos de Bagua en junio pasado- ha faltado el respeto al asilo político que le otorgado.
"Está abusando de la hospitalidad y generosidad de Nicaragua, y ha irrespetado el asilo político otorgado por el gobierno de Daniel Ortega, por lo que debería ser expulsado, afirmó el embajador Tomás Borge.
Señaló, no obstante, que el gobierno de Ortega no lo expulsa por respeto a sus compañeros indígenas de Perú. “Debería ser expulsado de Nicaragua, pero no lo hacemos por respeto a sus compañeros indígenas. Pizango está abusando de la hospitalidad, de la generosidad del gobierno sandinista", afirmó Borge en declaraciones al periódico El Nuevo Diario en Managua.
Sostuvo que Pizango, ex presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva (Aidesep), no tiene derecho de hablar porque es un asilado. “Si él quiere hablar que se vaya a Perú."
El dirigente indígena ha afirmado desde Managua a medios de comunicación en Lima que se siente "prisionero" en Nicaragua y ha asegurado que el presidente Alan García ha declarado "la guerra abierta" a las etnias amazónicas.
Borge, fundador del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), admitió estar "muy molesto" por la actitud del líder peruano, porque debe ajustarse a las normas del derecho internacional y no emitir declaraciones políticas.
Por "solidaridad" no será expulsado de este país, donde puede permanecer el tiempo necesario, dijo el diplomático nicaragüense.
Un juez peruano dictó orden de captura contra Pizango por su responsabilidad en los trágicos sucesos del pasado 5 de junio en Bagua, donde 24 policías fueron asesinados y fallecieron 10 civiles, entre ellos nativos amazónicos.
