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Este mes de marzo se realizara el censo nacional en Estados Unidos para registrar la real cifra de habitantes en este país y a través de ese estudio, con la información obtenida actualizar el alcance de los programas federales sobre vivienda, transporte, educación, trabajo, entre otros, a cargo del gobierno federal.

Este mes de marzo se realizara el censo nacional en Estados Unidos para registrar la real cifra de habitantes en este país y a través de ese estudio, con la información obtenida actualizar el alcance de los programas federales sobre vivienda, transporte, educación, trabajo, entre otros, a cargo del gobierno federal.

Juan Hidalgo – Desde Washington
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De hecho que Estados Unidos no es el mismo de hace 10 años cuando se realizo el último censo ni el de hace 50 años cuando se consolidó como la mayor potencia mundial y líder del mundo occidental. Hoy, EE.UU muestra una cara distinta con muchos problemas y sufriendo los estragos de una de las crisis económicas más graves de su historia de la que todavía no se ha recuperado.

Su cara es distinta.  Ahora es un país de diversidades donde se puede encontrar poblaciones de distintos orígenes. Desde blancos, afros, hispanos, hindúes, coreanos, chinos, entre otras etnias. En muchos casos de segunda y tercera generación que mayormente se han adaptado a su nuevo país, pero en otros no del todo y mantienen sus costumbres lejos del hogar de origen.

La población blanca se redujo de un 90 por ciento en 1950 a un 85 por ciento en el año 2000, y por el contrario los habitantes afros e hispanos han crecido significativamente en esta última década por lo que la población WASP (White Anglo Saxon Prostestant), es decir, la mayoría dominante descendiente de la parte norte de Europa y considerada de mayor influencia y privilegiada en la sociedad estadounidense, tiende a perder esa hegemonía.

En este censo, sin embargo; muchos no serán contados por el miedo de mucha población ilegalmente establecida aquí que ve detrás de ese estudio una amenaza a su frágil estabilidad ante la agresiva actuación de los agentes de Migración que el año pasado realizó una ola de redadas, a lo que se suma directivas del ICE (Inmigration and Custom Enforcement), la agencia de Inmigración y Aduanas, para que los empleadores verifiquen el estatus migratorio de sus trabajadores.

Ese miedo perdura pese a los anuncios gubernamentales respecto que en la ficha del censo no se preguntara por el estatus migratorio de la población a ser censada, y así no tengan temor a dar sus datos, pero lo cierto es que la mayoría no confía y prefieren ver por su seguridad ante el temor de ser deportados.

Por eso muchos no contestaran o no se registraran en la ficha hoja de censo que será enviada a cada hogar de los Estados Unidos, porque ese es el sistema que se empleara aquí, a través de una cartilla que deberá ser contestada y devuelta por correo simple a las oficinas del gobierno en el que deberá consignarse cuantos viven en el hogar, pero que es inminente que muchos no pondrán sus nombres ahí.

Esta situación creara un resultado engañoso o incompleto con relación a la población hispana que se calcula en 12 millones de habitantes entre legales e ilegales que tiende a aumentar rápidamente, pudiendo desplazar en algunos años a la población afro americana en ser la primera minoría más importante del país.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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