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papelterroristaTodo indica que las senderistas recluídas en el penal de Mujeres de Chorrillos mantenían extensos debates y reuniones partidarias para definir lineamientos de su organización e incluso un eventual retorno a la lucha armada.

papelterroristaTodo indica que las senderistas recluídas en el penal de Mujeres de Chorrillos mantenían extensos debates y reuniones partidarias para definir lineamientos de su organización e incluso un eventual retorno a la lucha armada.

De acuerdo con fuentes de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) citadas por el diario «La República», Elena Iparraguirre Revoredo, pareja de Abimael Guzmán Reinoso e integrante del Comité Central de Sendero Luminoso, dirige reuniones estos encuentros partidarios.

La policía especializada comprobó que Iparraguirre y otras dirigentes senderistas, como Laura Zambrano Padilla, Martha Huatay Ruiz y Margie Clavo Peralta, participan en los debates de la agrupación cuando intervino el penal el pasado jueves 24 y 25 de junio, y requisó material sospechoso a las reclusas.

Durante la acción policial se encontró un casete en el que se registró un ardoroso debate entre las senderistas que están a favor del acuerdo de paz y reclaman amnistía para Guzmán, conocidas como “acuerdistas”, y las que apoyan las acciones armadas que emprende en el valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) el prófugo Víctor Quispe Palomino (a) “camarada José”, llamadas las “liquidacionistas”.

Las segundas cuestionan que Guzmán suscribiera un “acuerdo de paz” con el ex presidente Alberto Fujimori olvidándose de las columnas senderistas que esperaban instrucciones para continuar con la lucha armada. Ellas denuncian a Guzmán por haber abandonado la dirección de SL renunciando a continuar con las hostilidades.

El grupo a favor del “camarada José” reclamó también por la posición de Guzmán y la cúpula de continuar alentando el “acuerdo de paz”, e incluso de intervenir en las próximas elecciones generales.

“Cuando yo me incorporé a la guerra no era para eso, para las elecciones, para capitular (rendirse), no fue para un acuerdo de paz”, criticó una senderista, cuya identidad no se revela porque su caso se encuentra bajo investigación.

“En 1992 cayeron Guzmán y otros y con ellos los croquis, planes, publicaciones, directivas… toda la información –se oye en el audio–. El enemigo conoció así nuestras operaciones, y en ese año tuvimos un feroz enfrentamiento con el Ejército que duró más de 72 horas”.

“Nos atacaron por tres frentes con tres helicópteros”, relató una de las senderistas ante Elena Iparraguirre  y el resto de la dirigencia. “Éramos un grupo de entre 70 y 80, y entre ellos estaba el ‘camarada Feliciano’. En ese momento nos llegó una consigna desde la cárcel: ‘En defensa de la jefatura (Abimael Guzmán), combatir y resistir’. Eso fue algo absurdo. (…) No teníamos comida, ni ropa, ni medicamentos”, se pudo escuchar.

“Nos perseguían a sangre y fuego. Dentro del Vizcatán no había víveres, no había  medicamentos, no había municiones –se sigue diciendo–. Mis compañeros morían  de hambre, también las gestantes, los niños, los bebés. Yo pregunto al señor Guzmán, a la señora Iparraguirre y a los demás (de la dirigencia): ¿Qué perdieron con la guerra? ¡Nada! ¿Qué perdió el señor (Óscar) Ramírez (Durand, ‘camarada Feliciano’)? Tampoco… ¡ Nada! Algunos como el señor Guzmán mandaron a sus familiares al extranjero.
También los familiares de la ‘camarada Norah’ (Augusta La Torre Carrasco, esposa de Guzmán) se fueron a Suecia. ¿Y nosotros?”.

LUCHA ARMADA En otro fragmento de la grabación se escucha a una dirigente criticar con dureza la nueva prédica de Guzmán y la cúpula en relación con la amnistía y la participación senderista en el proceso electoral. Este detalle demuestra que el registro es reciente, que los senderistas todavía utilizan las prisiones como las llamadas “luminosas trincheras de combate”.

“No luchamos para las elecciones, no luchamos para que ahora participen en elecciones. Ahora piden la amnistía, no luchamos para eso. No me incorporé (a Sendero Luminoso) para eso. No dejé a mi familia, ni mis estudios para eso. Dejé todo por el comunismo. El acuerdo de paz  es una siniestra capitulación, una traición. También debo recalcar que Guzmán colaboró con Alberto Fujimori”, expresó la subversiva en un tono de voz por demás airado.

Aparte de condenar a Abimael Guzmán por su línea, otra senderista selló la reunión con la siguiente frase que, según la Policía Nacional, suena a amenaza: “¡No nos hemos rendido!”.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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