Sirvió en batallón de tanques de base de Locumba (Tacna) entre 1979 y 1980.
Sirvió en batallón de tanques de base de Locumba (Tacna) entre 1979 y 1980.
Florindo Flores Hala es arequipeño y tiene 48 años, en los 80 pasó a conformar las filas de Sendero Luminoso (SL) y con el alias de Artemio protagonizó centenares de ataques contra las fuerzas del orden.
Hoy es responsable de una célula alicaída del Comité Regional del Alto Huallaga y se rumorea que incluso Estados Unidos ofreció 5 millones de dólares por su captura.
Sin embargo, el diario El Comercio dio detalles inéditos de este personaje quien hace algunos años pretendió formalizarse como ciudadano y con un nombre falso incluso se inscribió y obtuvo un DNI.
Durante muchos años, la policía siguió pistas sobre su identidad partiendo del alias “Gabriel Macario Ala”, tal como consta en los cientos de expedientes sobre terrorismo en el Huallaga que se revisaron. Este nombre falso finalmente fue el hilo de la madeja que permitió establecer que el jefe subversivo había nacido en Arequipa, en 1956.
El nombre “Gabriel Macario Ala” sirvió para indagar en los archivos de la Reniec, encontrar a la familia Flores Hala y recopilar sus partidas de nacimiento en el distrito de Santa Isabel de Siguas (Arequipa). De esta forma, y en medio de estas pesquisas, apareció el nombre clave de Florindo Eleuterio Flores Hala, que dejó su huella en las instituciones escolares de Camaná y luego en la Oficina de Reclutamiento del Ejército en Moquegua.
Ahora se sabe que “Artemio” —según consta en su partida de nacimiento— nació en Camaná el 8 de setiembre de 1961. Es decir, tiene 48 años y es paisano de Abimael Guzmán “Gonzalo” y de Óscar Ramírez Durand “Feliciano”, ambos líderes de Sendero.
Estudió primaria en el colegio 40226 de Camaná, entre 1970 y 1975, y la secundaria en el Colegio Nacional Sebastián Barranca de la misma ciudad, entre 1976 y 1978, pero dejó de estudiar en el tercer año, cuando tenía 17 años. A diferencia de Guzmán y “Feliciano”, o del actual cabecilla senderista en el valle de los ríos Apurímac y Ene, Víctor Quispe Palomino “José”, Artemio no tuvo estudios superiores.
En lugar de seguir estudiando, en enero de 1979 Flores Hala (el segundo de nueve hermanos) se incorporó al Servicio Militar Obligatorio en el Batallón de Tanques número 221 de Locumba (Tacna), una plaza estratégica para el Ejército. Por aquel entonces, un grupo de senderistas se encontraba en plena ebullición ideológica en Ayacucho y descontaba los días para lanzar sus acciones armadas.
El entonces joven arequipeño asimiló la vida castrense durante dos años. Dejó el servicio el 31 de diciembre de 1980, cuatro días después de que en los postes de varias calles del Centro de Lima aparecieran perros colgados y siete meses después de que unos desconocidos quemaran las ánforas de las elecciones presidenciales en la localidad de Chuschi, Ayacucho.
Flores Hala no olvidó su paso por el Ejército. Los testigos que lo han visto en los últimos meses revelaron que “Artemio” (que aparenta más años de los que tiene) sigue cortándose el cabello al rape como si fuera un conscripto.
Después de dejar el Ejército, con 19 años y ya siendo un experto en armas, su rastro se perdió hasta 1984, cuando fue visto en el Huallaga. Cinco años después, en agosto de 1989, su rostro quedó registrado en el famoso video donde Guzmán aparece bailando Zorba El Griego junto a su cúpula, todos vestidos a la usanza de los viejos maoístas chinos. Lo que ocurrió luego ya es historia conocida. (El Comercio)