Quien ha jugado un capítulo aparte en este debate sobre la polémica ley SB 1070 de Arizona, que atenta contra los derechos de los inmigrantes, ha sido y es el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien ha concentrado todos sus esfuerzos en lograr se cumpla la ley y hasta ha señalado que pese al fallo judicial, nada le impedirá cumplir con sus funciones.
Quien ha jugado un capítulo aparte en este debate sobre la polémica ley SB 1070 de Arizona, que atenta contra los derechos de los inmigrantes, ha sido y es el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien ha concentrado todos sus esfuerzos en lograr se cumpla la ley y hasta ha señalado que pese al fallo judicial, nada le impedirá cumplir con sus funciones.
Por Juan Hidalgo
Desde Washington
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“Vamos a estudiar el fallo de la jueza pero no creo afecte las disposiciones emitidas”, ha dicho el oficial, luego que la juez Susan Bolton anulara la parte controversial que faculta a la policía de Arizona intervenir cualquier persona sospechosa de estar ilegalmente en este país, léase entre comillas “hispano”, lo cual traía una fuerte carga discriminatoria.
Incluso anunció una redada después del fallo judicial por lo que es un personaje al que no le intimidan las contra ordenes y teniendo en cuenta lo difícil que será tener un control exacto sobre las disposiciones judiciales; y porque los inmigrantes no conocen en su mayoría los procedimientos legales para su defensa ante una intervención arbitraria e ilegal, esto significa una latente amenaza a su tranquilidad.
Incluso en un programa de televisión previo al fallo, Arpaio se atrevió a mostrar ante cámaras la cárcel donde serian llevados los indocumentados detenidos si entraba en vigencia la polémica ley. La cárcel de Tent City en Maricopa, una especie de jaula en medio del desierto compuesta de tiendas de campaña cubiertas con carpas de plástico sobre estructuras de hierro sin paredes y donde el calor es mortal para los que sean alojados allí en estas fechas que llega hasta los 40 grados Celsius.
Arpaio se jacta así de que no le digan que no tiene espacio para albergar tantos indocumentados si la ley entraba en vigencia. “Tengo espacio hasta para 2 mil si me los traen ahorita” dice irónicamente este personaje que busca emular la versión maligna de “Sheriff Lobo” a la caza de indocumentados, y quien se califica asimismo como el sheriff más implacable de los Estados Unidos, y quien no en vano ostenta un record de detención de indocumentados y deportaciones, la cuarta parte de los realizados en Estados Unidos.
Joe Arpaio es hijo de inmigrantes de Nápoles, Italia. Se alistó en la Armada de los Estados Unidos y sirvió desde 1950 hasta 1953.Después de su baja en la Armada, se mudó a Washington, D.C. y luego a Las Vegas, Nevada, sirviendo en la policía en ambas ciudades durante un periodo superior a los cinco años.
Luego de su período trabajando con la policía local de Washington y de Las Vegas, Arpaio obtuvo trabajo como Agente Especial en la DEA.. Trabajó para la DEA durante 32 años, ganando el apodo «Nickel bag Joe» (Joe de Cinco Centavos) por sus frecuentes arrestos de corto tiempo y cuando ganó experiencia al lidiar con bandas de narcotraficantes mexicanos y problemas fronterizos.
Luego fue destinado a Turquía y México, y ascendió a la posición de Director de la DEA División Arizona. Trabajó en este cargo durante cuatros años antes de retirarse del servicio activo.
Arpaio incluso se ha convertido en el más ferviente defensor de ley de Arizona, —–mucho más incluso que la gobernadora republicana Jan Brewer que promulgó la norma–, y es un personaje mediático que no evade las cámaras ni los reflectores para hablar sin tapujos lo que piensa, y quien para él los ilegales son un peligro en este país en los que ha centrado su mira.
Tal vez su contra parte en esta historia sea la jueza federal de Phoenix, Susan Bolton, quien anuló las partes controversiales de dicha ley y cual hada madrina de los in migrantes ha prohibido que sean intervenidos sin razón alguna ni que se les limite la búsqueda de trabajo al prohibir criminalizar a las compañías que contraten indocumentados.
Esta jueza que empezó su carrera en 1989 no es ajena a estos casos. Nombrada en el gobierno de Bill Clinton, estudió leyes en la universidad de Iowa donde se mudó desde su natal Philadelphia y prestó servicios en la Corte de Maricopa desde 1989 hasta el 2000 antes de ser nombrada jueza federal
Ya desde ese cargo atendió diversos casos de in migración como en el 2002 cuando rechazó una demanda de unos inmigrantes legales contra un grupo de policías de la patrulla fronteriza acusados de actuar en forma discriminatoria en una redada de inmigración en 1997, así que nadie podrá decir que es parcializada con los inmigrantes.
De ella dicen sus colegas es una jueza muy acuciosa que analiza detenidamente los hechos y toma sus decisiones sin prejuicios de ninguna clase por lo que nunca ha sido calificada de cobarde, por lo que muchos señalan es la jueza perfecta e ideal para haber resuelto este caso.
