La tasa de mortalidad en los pacientes con infecciones asociadas con dispositivos médicos presenta un elevado incremento en estos últimos años. En la última década, los contagios vía el sistema circulatorio vinculados al uso de catéteres aumentaron en un 35,2%, mientras que aquellos que se producen por neumonía asociados con el uso de ventiladores variaron en un 44,9%; según un estudio realizado en 46 hospitales de 28 ciudades de África, Asia y Latinoamérica.

Esta grave incidencia se debe a la deficiencia en la higiene, la cual es común en gran parte de las instalaciones médicas y sanitarias, según estudios realizados en los países en desarrollo incluyendo el Perú.

Según cifras reveladas por el Organización Mundial de la Salud (OMS), se conoce que aproximadamente el 10% de los pacientes que ingresan en hospitales o clínicas adquieren una infección que no estaba presente, o incubándose, al momento de su internamiento. Esta eventualidad resulta cada vez más significativa debido a su elevada frecuencia, consecuencias fatales y alto costo de tratamiento.

Las enfermedades infecciosas suponen, en efecto, una seria amenaza para el ser humano, al ser causadas por microorganismos, bacterias, hongos o virus que se desarrollan en lugares de elevada afluencia de público o pacientes, como en los centros de salud públicos y privados. Estos graves casos se pueden adquirir en las salas de operaciones debido a la falta del lavado de manos, el uso de catéteres y respiradores contaminados y la polución causada por el contacto de objetos tocados por personas infectadas, entre otros motivos.

A causa de la creciente contaminación ambiental, el riesgo de transmisión de estos temibles microorganismos constituye un gran peligro para la seguridad de los pacientes, de los equipos médicos utilizados en las unidades de cuidados intensivos y de otros materiales usados en el tratamiento y cuidado de los enfermos, originándose así la cadena causante de lo que hoy se conoce como infecciones intrahospitalarias.

Una acción conjunta entre el lavado de manos, la desinfección y la esterilización del instrumental quirúrgico y equipos constituyen las medidas más efectivas en la lucha contra este tipo de infecciones; convirtiéndose así en elementos primarios y más eficaces para romper la cadena epidemiológica de la infección.

Por ello es de vital importancia el tema de limpieza, lograr la plena desinfección del aire que rodea a personas y objetos, así como la esterilización. Estas medidas están sometidas a diferentes normas y leyes que garantizan la seguridad de los pacientes y la calidad de la atención sanitaria.

Es así que para poner en práctica estos nuevos sistemas de higiene se exigen a los hospitales la puesta en práctica de una serie de medidas de vigilancia constante en el día a día dentro de los mismos, mediante el control de la calidad de cada procedimiento.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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