El presidente electo, Ollanta Humala, insistió ayer que no pretende seguir el modelo que lleva adelante el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, y se inclinó por mantener la línea moderada de los regímenes del Brasil y México.
El presidente electo, Ollanta Humala, insistió ayer que no pretende seguir el modelo que lleva adelante el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, y se inclinó por mantener la línea moderada de los regímenes del Brasil y México.
En declaraciones al diario mexicano "Milenio", Humala admitió que ser mandatario no sólo afecta su privacidad sino afecta sus relaciones familiares, en alusión al escándalo que involucró a su hermano Alexis Humala, quien se tomó atribuciones para hablar a nombre del gobierno electo en Rusia.
"Un presidente no puede escapar a la familia… Lo que tiene que hacer la familia es ocupar un espacio que no necesariamente es el de la política. Lo digo con conocimiento de causa, porque hace poco tuve un problema con un familiar", sostuvo en alusión a su hermano Alexis.
Humala reiteró que el caso de su hermano, "no era un tema de corrupción", pero admitió que este "se tomó atribuciones que no le correspondían".
"Ya felizmente pasó este problema (de Alexis Humala), pero ahora es mejor haberlo pasado antes de haber juramentado", indicó.
Humala también sostuvo que el Perú tomará su propio camino aunque admitió que serán necesarias coincidencias con regímenes como Brasil y México.
"Nuestro propio camino es mirar las experiencias de Brasil, de México. Ahora he estado reunido con el presidente Felipe Calderón y hemos conversado de temas de carácter económico, comercial, cultural. Entonces, yo no juzgo los temas internos de cada país, yo los respeto, y respeto a Chávez, como respeto a Dilma Rousseff, a todos los presidentes elegidos democráticamente", finalizó.
