Rosario Ponce López, la ex pareja de Ciro Castillo Rojo, no se quedará con los brazos cruzados e iniciará acciones legales por agravios contra su persona al ser acusada de asesinar al joven estudiante que estuvo desaparecido por más de 200 días.
Rosario Ponce López, la ex pareja de Ciro Castillo Rojo, no se quedará con los brazos cruzados e iniciará acciones legales por agravios contra su persona al ser acusada de asesinar al joven estudiante que estuvo desaparecido por más de 200 días.
Ponce señaló que aquellos que la juzgaron sin dejarla hablar ahora deben entender que -según señaló- siempre dijo la verdad y que los ataques de los que fue objeto impidieron que los datos que podían ayudar a encontrar a Ciro fueran tomados en cuenta.
Rosario Ponce asegura que, cuando fue interrogada una y otra vez por los fiscales, repitió que Ciro estaba en la montaña, cerca de la zona de las mochilas, que lo dijo desde que la encontraron el 13 de abril, pero no quisieron escucharla.
Afirma que el padre de Ciro recibió la misma respuesta el día que le preguntó dónde estaba su hijo, pero que no sabe por qué no siguieron esa pista y los socorristas decidieron buscar en otro lugar.
La idea de escribir se la dio su madre: “Mi mamá un día llegó muy abrumada del trabajo, me dijo a ti te tiran piedras, te juzgan, todos deciden insultarte, porque consideran que eres una mentirosa, te dicen asesina. Ella me dijo escribe tu historia y si no te quieren escuchar pese a que tú dices la verdad, realiza un escrito y deja en claro tu posición, lo que has vivido, lo que has experimentado y lo enviamos a la prensa internacional, ya respondieron tres medios en una semana, ellos valoran a una persona que sobrevive a una montaña gracias a Dios”.
Añade: “La prensa creó una novela en que hay un villano, un héroe y lastimosamente hay un muerto, pero esta es la vida real y han perjudicado la existencia de una persona, quisieron tumbarla, pero no han podido, porque aquí estoy y ando tranquila.
ALISTA DEMANDA Rosario Ponce sostuvo que ella y su familia saldrán al frente ahora para acusar. Asegura que reclamará sus derechos y no teme en señalar directamente a quienes le dijeron asesina, mentirosa. “Qué podrían hacer, llamarme otra vez asesina, ya me hicieron mucho daño, no pueden hacer más”.
La muchacha que fue juzgada y sentenciada porque su rostro mostraba una sonrisa dice que ahora tiene la suficiente fortaleza para defender su honor y reclamar también por quienes como ella son juzgados injustamente.
“A mí me trataron como una mujer del Medio Oriente a quien hay que matar a pedradas, por cometer el pecado de sobrevivir, lamentablemente la historia se escribió así, yo hablaba por Ciro y de eso se olvidaron, su mismo padre se olvidó, cuando bajé de la montaña, él me preguntó: “Rosario, dónde está Ciro”, y yo le respondí que estaba cerca de las mochilas, él sabía la verdad, tenía la verdad para encontrar a Ciro y no quiso escucharme”.
