La prostituta colombiana Dania Londoño Suárez, partícipe del escándalo protagonizado por agentes del servicio secreto de EE.UU. en Cartagena durante la VI Cumbre de las Américas, tildó de tontos a los guardaespaldas del presidente estadounidense, Barack Obama.

«Son unos tontos», dijo la mujer en una larga entrevista con la emisora bogotana de La W Radio, que logró el primer testimonio de Londoño sobre su experiencia con uno de los agentes del servicio secreto de Obama.

En total 12 agentes estadounidenses están implicados en el escándalo y al menos nueve de ellos han sido sancionados por contratar prostitutas, según el diario The Washington Post.

Londoño, de 25 años y madre de un niño, afirmó que pasó toda una madrugada con uno de esos agentes, con el que aceptó tener relaciones sexuales a cambio de 800 dólares.

«El hombre durmió toda la noche», aseguró Londoño, quien dijo que en el caso de haber sabido que era del servicio de seguridad de Obama, «le hubiese hecho mil preguntas».

La prostituta contó que lo conoció en un club nocturno en el que ella departía con su representante y otra compañera de oficio, y que ni el estadounidense ni sus compañeros en ningún momento mostraron placas o se identificaron como miembros de los servicios secretos.

«Eran como cualquier otro gringo, de buen físico», agregó Londoño, quien comentó que tras el escándalo pasó unos días en Dubai para huir del asedio de la prensa.

La mujer recordó que estos extranjeros «estaban excesivamente borrachos, pidiendo licor (…), pasándola rico», pero dijo que nunca escuchó que preguntaran por droga.

Londoño recordó que este hombre le preguntó por «sexo» y que ella le respondió que lo aceptaba, pero a cambio de un «regalito» de 800 dólares, a lo que él accedió.

La mujer dijo que él la llevó al Hotel Caribe, donde estaba alojado junto otros miembros de los servicios de seguridad estadounidense, y que estuvo allí hasta las primeras horas del día, cuando recibió una llamada de la recepción en la que se le pidió que abandonara la habitación.

«Lo desperté y le pedí el dinero«, agregó, y apuntó que el agente la insultó y solo le reconoció 50.000 pesos (poco más de 28 dólares), por lo que ella acudió al cuarto de otro agente y luego buscó la intervención de la policía cartagenera.

Entre otros agentes reunieron 250 dólares, que fue la suma con la que ella salió del hotel tras casi cuatro horas de escándalo.

«Sí pasó, así que con mucha más razón él tenía que pagar mi dinero«, apuntó la prostituta, que lleva una doble vida, según reconoció, pues es esteticista y trabaja como asistente en congresos en Cartagena, el primer destino turístico de Colombia, cuando no se dedica a la prostitución.

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