El cónsul de Perú en Arica, Jorge Salas, dijo que su país planea construir en el predio "El Chinchorro" -que posee en esta ciudad desde 1926- un núcleo de administración logística, que integre el muelle existente para el servicio del Perú (sitio 7 del terminal) y el ferrocarril de Arica a Tacna con el aeropuerto y la zona franca existentes en esta última ciudad fronteriza.
El cónsul de Perú en Arica, Jorge Salas, dijo que su país planea construir en el predio "El Chinchorro" -que posee en esta ciudad desde 1926- un núcleo de administración logística, que integre el muelle existente para el servicio del Perú (sitio 7 del terminal) y el ferrocarril de Arica a Tacna con el aeropuerto y la zona franca existentes en esta última ciudad fronteriza.
Según revela hoy "El Mercurio", el diplomático explicó que el objetivo es la creación de una zona de almacenamiento de mercancías, incluidos edificios para empresas y oficinas de promoción comercial, así como un sector de exposiciones.
Salas aseguró que el proyecto está aún "en estudio", agregando que si bien no se ha perdido el interés por parte del gobierno peruano de levantar una obra en el sector, reconoce que los estudios para materializarla "no van al ritmo que quisiéramos".
En 2006, el gobierno regional de Tacna asumió la gestión del predio de 126 mil metros cuadrados. Lo licitaría a privados para inversión inmobiliaria.
En esa oportunidad, Tacna firmó un convenio con la Cancillería peruana que permitiría darle al terreno un uso "promocional, económico, cultural, científico, turístico y de desarrollo fronterizo".
Sin embargo, el sitio sigue en desuso, por diversas razones, tras 82 años desde su adquisición por parte de nuestro país. Fue comprado por el Perú para cobijar allí a sus "plebiscitarios", que votarían en un referéndum que definiría el futuro de Arica. El plebiscito nunca se realizó, y el Tratado de 1929 dejó Tacna a Perú y Arica a Chile.
El terreno de avenida Santiago Arata 3330 (Chile) no ha estado exento de polémicas. En 1996, el municipio de Arica pavimentó 700 metros del predio que obstruían el paso de la carretera Panamericana, lo que provocaba accidentes. Al año siguiente, tras el incidente diplomático que causó este hecho, Perú lo cerró con un muro perimetral.
