Algunos de los 14 soldados del Ejército Peruano (EP) que perdieron la vida en la emboscada terrorista en Sanabamba, Ayacucho, fueron cruelmente torturados antes de morir, incluso a dos de ellos les habrían sacado los ojos.
Algunos de los 14 soldados del Ejército Peruano (EP) que perdieron la vida en la emboscada terrorista en Sanabamba, Ayacucho, fueron cruelmente torturados antes de morir, incluso a dos de ellos les habrían sacado los ojos.
Según fuentes de las Fuerzas Armadas citadas por dos diarios locales, aquellos soldados que quedaron heridos tras las explosiones de dinamita fueron rematados con tiros certeros en la cabeza y dos de ellos torturados hasta morir desangrados, como es el caso de los dos cadáveres que no tienen los ojos.
De otro lado, solo se recuperó tres cuerpos de las patrullas "Leonardo" y "Barenus" del BCS Nº 51, que fueron atacados con cargas explosivas al pie del cerro Ccompata.
El rescate de los cuerpos de los soldados abatidos es infructuosa por lo accidentado de la zona escarpada y el mal tiempo que impera. Además, algunos subversivos continúan realizando disparos para disuadir a los efectivos militares.
Los militares identificados hasta el momento son: sargentos Atonich Jimy Segundo Lozano, José Tuanama Fasabi, Rister Panayfo Isuiza; los cabos Lucas Sánchez Simón, Wenseslau Fasabi Salas, Felipe Mejía López, Robinsón Macedo Cima y los soldados Teddy Pacaya Ruiz, César Pinedo Macedo, Limber Macedo Silvano Manuyama, Boris Flores Rengifo, Dennis Guerrero Pérez, la mayoría natural de Pucallpa e Iquitos.
El cuerpo del cabo Ney Mozombite Arimuya, quien permanecía como desaparecido, fue recuperado el último domingo, por lo que la cifra de muertos subió oficialmente a 14.
Todos ellos prestaban el Servicio Militar en el BCS de Huanta, y ese día (jueves 09) salieron en inspección al mando del capitán EP Fernando Suárez Pichilingue (35) natural de Socabaya – Arequipa, que también pereció en el ataque.
Los sobrevivientes heridos que fueron evacuados a Lima son el sargento José Huamán Silva y los cabos Luis Pérez Shuña y Julio Fernández Vargas.
