El amor es mágico, sublime, inigualable, y todos los sinóminos lindos que se nos pueda venir a la mente, pero cuando el amor se acabó, lo peor que se puede hacer es aferrarse al recuerdo, torturarse viendo las fotos, los poemas o escuchando mil veces la canción que nos dedicó un ex.
El amor es mágico, sublime, inigualable, y todos los sinóminos lindos que se nos pueda venir a la mente, pero cuando el amor se acabó, lo peor que se puede hacer es aferrarse al recuerdo, torturarse viendo las fotos, los poemas o escuchando mil veces la canción que nos dedicó un ex.
Por Sara Cecilia Ortiz Aguilar
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Tal vez nos negamos a renunciar a esa persona por los recuerdos de la relación y lo peor es que nos cerramos y pensamos que no habrá nadie más. Esto es mentira, claro que sí hay alguien, y es probable que nos enamoremos otra vez, pero si no lo intentamos, nunca lo sabremos.
Un amigo me contaba que no puede olvidar a su ex (seguía aferrado al recuerdo), y mientras hablábamos su resplandeciente sonrisa se minimizaba para dar forma a una boca inexpresiva.
Aunque después volvió a sonreír, cuando me contó todo lo que había hecho después de que terminó con ella, pues el muchacho hizo puenting, viajó a Cusco y Tingo María, experiencias que nunca habría podido hacer si seguía con ella, y según me cuenta su arma más poderosa sea su intensa fe en Dios.
Hace cuatro años también me aferré a mi primer enamorado, él se fue de viaje y hasta pastillas de dormir me tuvieron que dar para dejar de llorar, pero al día siguiente me llamaron para hacer mis primeras prácticas, y aunque todos los días lloraba acordándome, un buen día decidí concentrarme en el trabajo y se me pasó la tristeza.
En resumen, olvidar un antiguo amor es una tarea difícil y más si uno ha querido con todo el corazón, pero no es imposible, solo hay que tener la disposición y las ganas.