En un acto sin precedentes, el Pleno del Congreso decidió ayer no acusar constitucionalmente a la congresista aprista Tula Benites, acusada de contratar a un empleado fantasma en una sospechosa votación a puerta cerrada. Según versiones de los participantes de la sesión, el resultado fue de 39 a favor 18 en contra y 19 abstenciones, no alcanzado los 48 votos requeridos.
En un acto sin precedentes, el Pleno del Congreso decidió ayer no acusar constitucionalmente a la congresista aprista Tula Benites, acusada de contratar a un empleado fantasma en una sospechosa votación a puerta cerrada. Según versiones de los participantes de la sesión, el resultado fue de 39 a favor 18 en contra y 19 abstenciones, no alcanzado los 48 votos requeridos.
De acuerdo a fuentes de Periodismo en Línea no se alcanzaron los votos necesarios por las abstenciones de un sector de las bancadas fujimorista, de UPP e incluso de algunos apristas que prefirieron no ser cómplices de la cuestionada parlamentaria.
Adicionalmente el legislador Mauricio Mulder pidió que no votaran los miembros de la comisión de Acusaciones Constiticionales y de Ética que tuvieron una posición contraria a Benites cuando en anteriores sesiones.
Sin embargo trascendió además que la propia Tula Benites, también parte interesada, si ejerció su derecho a voto lo que origínó un serio cuestionamiento en la sesión. El legislador Yhonny Lescano pidió la nulidad de la votación y la calificó de "gran verguenza nacional".
A su salida, Benites dijo que se trató de un resultado imparcial que "por fin" le permite tener la justicia de su lado.
