Tras 16 horas de peritajes y examenes pormenorizados la policía francesa ha concluido esta madrugada el registro del piso de Burdeos utilizado por los cuatro presuntos etarras detenidos mientras realizaban una reunión para concretar nuevos atentados.
Tras 16 horas de peritajes y examenes pormenorizados la policía francesa ha concluido esta madrugada el registro del piso de Burdeos utilizado por los cuatro presuntos etarras detenidos mientras realizaban una reunión para concretar nuevos atentados.
En la inspección han participado los cuatro presuntos terroristas, entre ellos Francisco Javier López Peña, jefe político y militar de ETA. Los agentes han extraído del piso peinado varias cajas con material diverso, papeles y ropa usada por los terroristas que tendrán que ser analizadas en profundidad.
A la salida de la vivienda se han repetido las escenas del miércoles por la mañana: los detenidos han proferido gritos a favor de ETA y la independencia del País Vasco. Todos ellos han sido trasladados a París a la espera de pasar a disposición judicial.
La policía científica continúa trabajando, ya fuera del edificio, con el objetivo de examinar el contenido de los ordenadores y procesar las huellas y restos biológicos hallados en la casa para identificar a todos los etarras que han pasado por allí.
La vivienda, donde en el momento de su arresto los presuntos etarras celebraban una reunión considerada como importante, estaba vigilada desde hace tiempo por agentes de las fuerzas de seguridad de Francia y España.
En torno al piso se hallaron además dos vehículos robados, con matrículas falsas, uno de ellos en la calle y otro en un garaje. Según la ministra francesa de Interior, Michèle Alliot-Marie, los coches "sin duda estaban destinados a cometer atentados", algo que no ha sido confirmado por su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
