La denominada "Iglesia Católica Reformada" que Hugo Chávez conforma con religiosos anglicanos, incluso del Perú, es financiada por Petróleos de Venezuela (PDVSA), aseguró Roberto Lückert, arzobispo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
La denominada "Iglesia Católica Reformada" que Hugo Chávez conforma con religiosos anglicanos, incluso del Perú, es financiada por Petróleos de Venezuela (PDVSA), aseguró Roberto Lückert, arzobispo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
En diálogo telefónico con el diario "La Verdad" subrayó que PDVSA, financia los vuelos desde el exterior, las reservaciones en hoteles y el transporte de los representantes de la iglesia alernativa en el interior del país e insistió en que la intención del Gobierno de Hugo Chávez, es dividir a la Iglesia católica.
"Está ensañado contra nuestra Iglesia Católica, por ser la institución que más credibilidad tiene en este país y que ha sido firme ante este régimen", aseguró Lücker tras advertir que el próximo paso del Gobierno será la construcción de sedes y catedrales para la organización, liderada por sacerdotes en estado de "desobediencia" ante el episcopado venezolano.
Refirió que la misa ecuménica oficiada el pasado 18 de junio en Caricuao por Fernando Lugo, mandatario de Paraguay, representó el primer paso hacia la apertura de este movimiento a escala nacional. En el acto estuvieron presentes sacerdotes de la Iglesia anglicana de Canadá, México, Estados Unidos y Perú, así como un grupo de presbíteros afectos al chavismo, quienes viajaron esa semana a la capital para participar en la ceremonia bajo el auspicio de PDVSA.
Lückert desestimó los esfuerzos del Gobierno para destruir a la Iglesia católica, institución que se sobrepuso a los ataques de Antonio Guzmán Blanco, a finales del siglo XIX, quien en la época intentó crear una Iglesia paralela con sacerdotes traídos del exterior, pero que no fueron aceptados entre la población católica venezolana.
"Debemos estar muy pendientes porque llevarán a cabo ceremonias, misas, procesiones y otras actividades sacramentales idénticas a las de la Iglesia católica romana, lo que pueden crear confusión entre los feligreses católicos. El Gobierno les pagó a los anglicanos de Canadá, México y Perú para que se vistan como curas, bauticen, confirmen, para ver si así logra acabar con la Iglesia católica, en vista que aún no han podido".
