Pasada las elecciones, Barack Obama no pierde el tiempo y ha comenzado a trazar lo que será su plan de trabajo de acuerdo a sus promesas de campaña, en especial en lo que se refiere a estabilizar la economía de Estados Unidos y aliviar los principales problemas de la clase media y trabajadora ante la pérdida de sus viviendas y el aumento del desempleo.
Pasada las elecciones, Barack Obama no pierde el tiempo y ha comenzado a trazar lo que será su plan de trabajo de acuerdo a sus promesas de campaña, en especial en lo que se refiere a estabilizar la economía de Estados Unidos y aliviar los principales problemas de la clase media y trabajadora ante la pérdida de sus viviendas y el aumento del desempleo.
Juan Hidalgo – Desde Washington
De sus primeras declaraciones y lo dichos por sus colaboradores, se tiene que Obama anulara varios proyectos del actual mandatario George Bush, algunos relacionados a la exploración petrolera, y por el contrario, incentivara la investigación científica, lo cual podría aprobar en los primeros días de su gobierno dado que existen algunas facultades que tiene el Poder Ejecutivo para aprobar medidas sin la necesaria aprobación del congreso estadounidense.
Sin embargo, ha pedido cautela a la ciudadanía ante quienes creen en un rápida recuperación económica, por lo que ha advertido que ello llevara un tiempo, aunque ha mostrado su apoyo a un segundo cheque de estimulo económico para las familias estadounidenses o que trabajan legalmente, ya sea en los últimos tramos del gobierno de George Bush o en los primeros meses del suyo.
El haber conseguido mayoría en el Congreso como en la Cámara de Representantes indican que Obama no tendrá problemas en poner en marcha sus planes de recuperación, como el cuestionado aumento de impuestos a los que ganen más de 200 mil dólares al año, en lo que denomina una política de distribución de riquezas, así como la creación de un seguro médico universal para todos los estadounidenses.
Empero, la situación se le presenta cuesta arriba, pues pese a los resultados electorales que auguran una esperanza, las empresas siguen en problemas como “Circuit City”, la segunda cadena de venta de electrodomésticos que esta semana anunció su quiebra y el despido de miles de trabajadores por haber estado registrando pérdidas en los últimos meses, mientras que el gigante automotriz, “General Motors”, pasa por una de sus peores crisis en 60 años. A esto se suma el despido de 10 mil trabajadores de la compañía de envíos DHL.
En cuanto a política internacional, Obama adelanto en su campana que nunca estuvo de acuerdo con la ocupación de Irak y si de Afganistán donde se debía combatir a Al Qaeda, por lo que deberá iniciar el retiro de las tropas de Irak en un plazo de dieciséis meses, para enfatizar el combate al terrorismo islámico en la búsqueda y captura de Osama Bin Laden apelando a la colaboración de los países de la región, reto difícil se tiene en cuenta el apoyo tácito que cuenta esa célula terrorista en Siria, Irán y Corea del Norte.
Ante los críticos de su campana por haber señalado la posibilidad de dialogar diplomáticamente con países como Irán, Obama ha contestado enérgicamente ahora que no tolerara un programa de armas nucleares en ese país asiático, dando así un mensaje de política dura para quienes piensen juega a favor de esos gobiernos de esos países, aunque se ha cuidado de no mencionar alguna iniciativa con Rusia o China.
Si bien no es prioridad en su gobierno, en algún momento de su gestión deberá abordar el tema de la inmigración ilegal, dado el alto porcentaje de votos que recibió de la comunidad latina que lo ponen en deuda con ese sector, además de contar con mayoría demócrata en el senado que pueda encaminar algún plan de reforma migratoria. Es de esperar se oponga a las leyes de algunos estados que prohíben continuar estudios a hijos de padres indocumentados; y que no se rompe la unidad familiar por las deportaciones, algo a lo que se opuso durante la campaña.
