La presidenta de la Asociación Cívica de la Plaza de la Bandera, Catalina Ciccia viuda de Chávez, denunció la desaparición del pabellón nacional que se iza de lunes a sábado en la Plaza de la Bandera, ubicada en el límite de Lima y los distritos de Breña y Pueblo Libre.

La presidenta de la Asociación Cívica de la Plaza de la Bandera, Catalina Ciccia viuda de Chávez, denunció la desaparición del pabellón nacional que se iza de lunes a sábado en la Plaza de la Bandera, ubicada en el límite de Lima y los distritos de Breña y Pueblo Libre.

 Señaló que por ese motivo desde el lunes 5 de enero la bandera bicolor no flamea en la tradicional plaza. “El pabellón nacional se iza y se arria seis veces a la semana desde hace 18 años, y lo que aspiramos nosotros, los vecinos, es convertirla, con el apoyo de todos los peruanos, en un altar de nuestros símbolos patrios”, dijo. Luego lamentó tremenda afrenta, presumiblemente de vándalos foráneos.

Explicó que se trata del pabellón nacional de 3 metros de alto y dos de ancho. “Desde que se iza la bandera en tres o cuatro oportunidades, desapareció la driza (cordón), pero nunca el pabellón nacional y menos en el día”, comentó.

Indicó que la tarde del sábado 3 de enero Nicolás Leonidas Alata, el zapatero que trabaja en la esquina que da a la Plaza de la Bandera, dirigió su mirada hacia el símbolo patrio cuando vio con sorpresa que ya no estaba. “Eran como las cuatro de la tarde”, expresó; por lo que el robo se habría producido entre la una y antes de las cuatro de la tarde.

Ambos coincidieron en responsabilizar a los padres de familia que no inculcan a sus hijos los valores patrióticos. “Hay personas que parecen que no se dan cuenta que la bandera bicolor es la identidad de todos los peruanos; otros no valoran las obras que se hacen con tanto esfuerzo, se pagan con nuestras obligaciones tributarias y es para beneficios de todos nosotros”, destacó, al explicar el acto como la autodestrucción de algunos malos peruanos.

Doña Catalina también recordó que el pabellón nacional desaparecido fue una donación de ella, en vista que la que le otorgó el Ministerio del Interior se maltrató por los fuertes vientos, el polvo y el smog. “La bandera debe ser renovada cada año, luego se entrega a la Comandancia General de Armas para que, en una ceremonia especial, sea incinerada", comentó.

Asimismo, invocó a las municipalidades comprometidas con dicha plaza a reunirse con la comisión, a fin de establecer juntos un sistema que permita realizar una guardianía permanente y coordinar con la comunidad para que padres y maestros enseñen a las nuevas generaciones a querer y respetar los símbolos patrios.

 

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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