El Perú cumplió con reportar a la INTERPOL los datos precisos para la ubicación y captura de otro militar implicado en el espionaje chileno cuyo principal protagonista es el suboficial de la FAP, Víctor Ariza Mendoza.
El Perú cumplió con reportar a la INTERPOL los datos precisos para la ubicación y captura de otro militar implicado en el espionaje chileno cuyo principal protagonista es el suboficial de la FAP, Víctor Ariza Mendoza.
Según informó el ministro del Interior, Octavio Salazar, se trata del suboficial FAP Justo Ríos Aguilar quien permanecería en los Estados Unidos.
Se trata del suboficial FAP Justo Ríos Aguilar, quien salió del país el 5 de noviembre, y que habría brindado información militar secreta al confeso espía Víctor Ariza, quien vendió dichos documentos al país del sur.
En la FAP y en el sector Defensa señalan que Ríos ya contaba con un permiso solicitado con anticipación para salir del país y que no podían retenerlo porque podían haber levantado sospechas.
Sin embargo, para cuando Ríos dejó el país, hacía seis días que Ariza ya había sido detenido, y aún persiste la duda de por qué se permitió que el primero de ellos abandone el territorio nacional.
LO HABRÍAN DEJADO ESCAPAR. En tanto, según el informe secreto de Contrainteligencia, desde el 26 de octubre, el alto mando de la Fuerza Aérea Peruana, tenía conocimiento de la red de personas que trabajaban con el espía confeso Víctor Ariza Mendoza, entre ellos, el suboficial Justo Ríos Aguilar. Sin embargo, la FAP autorizó sus vacaciones y éste salió del país el 5 de noviembre sin que nadie se lo impida.
“Por Inteligencia se ha determinado que (Ariza) mantenía comunicación permanente con el siguiente personal militar: Víctor Buendía Rodríguez, Omar Estiwer Flores Arrazábal y Justo Rufino Ríos Aguilar”, destaca el informe.
Diez días después de darse a conocer esta red de espionaje, Ríos Aguilar se fue del país rumbo a Costa Rica, y ahora estaría en Estados Unidos. Ríos ya contaba con un permiso pedido con anticipación y no podían retenerlo, pues podrían haber levantado sospechas.
Sin embargo, para cuando el suboficial dejó el país, hacía seis días que Ariza había sido detenido, por lo que persiste la duda del por qué la FAP permitió que se fuera.
Ríos Aguilar, además de ser amigo de Ariza, trabajó en el clave Comando de Operaciones, en donde se diseñan los planes conjuntos de combate y desde donde habría salido información destinada a Chile.
