Las bandas de narcoterroristas recurren ahora a jóvenes e incluso menores de edad para enfrentar a las Fuerzas Armadas en defensa de cultivos ilegales de coca y laboratorios de elaboración de droga.
Las bandas de narcoterroristas recurren ahora a jóvenes e incluso menores de edad para enfrentar a las Fuerzas Armadas en defensa de cultivos ilegales de coca y laboratorios de elaboración de droga.
Según revela hoy el diario «La República», Alexander Espinoza Valdiviezo, de 19 años, fue reconocido por su madre, Emilia Valdiviezo Ríos quien se presentó en la morgue de Tingo María.
El muchacho murió durante el enfrentamiento entre las fuerzas del orden y el cabecilla senderista Edgar Mejía Asencio, “camarada Izula”, el 13 de octubre, en la localidad de La Morada, en el Alto Huallaga.
Según Emilia Valdiviezo, natural de Ayacucho, Alexander Espinoza fue captado por “Izula” para los cultivos de hoja. La policía sostiene que Espinoza era uno de los procesadores de pasta básica que trabajaba para el senderista.
Por testimonio de la madre de Alexander Espinoza, otros dos hijos menores también son parte de la organización terrorista Sendero Luminoso en el Huallaga.
Aunque Emilia Valdiviezo sostiene que su hijo se dedicaba a tareas de agricultor de cultivos de hoja de coca, la policía estableció que Alexander Espinoza, al notar la presencia de la policía, atacó con fuego graneado con un fusil Kalasnikov.
El cuerpo del subversivo tiene cuatro impactos de bala en el tórax. Como informó este diario, el otro terrorista abatido es Daniel Mejía Asencio, “camarada Muña”, hermano menor del “camarada Izula”.
La República comprobó que “Muña” estuvo recluido hasta marzo de este año en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, más conocido como “Maranguita”. Las autoridades de este establecimiento dijeron que llegó en setiembre del 2007, luego de haber sido detenido junto con su hermano Percy Mejía Asencio.
