Pocos criterios editoriales podrían determinar que para un medio de comunicación la noticia del rescate de los 33 mineros chilenos que permanecieron atrapados 70 días no fuera prioritaria. Casi sin excepciones, los principales diarios del mundo llevaron adelante una minuciosa cobertura de lo que sucedía en Atacama, informando cada paso que daban los rescatistas, y su exitoso final copó los encabezados de sus sitios web. En Cuba, sin embargo, no pasó lo mismo.
Pocos criterios editoriales podrían determinar que para un medio de comunicación la noticia del rescate de los 33 mineros chilenos que permanecieron atrapados 70 días no fuera prioritaria. Casi sin excepciones, los principales diarios del mundo llevaron adelante una minuciosa cobertura de lo que sucedía en Atacama, informando cada paso que daban los rescatistas, y su exitoso final copó los encabezados de sus sitios web. En Cuba, sin embargo, no pasó lo mismo.
Para Granma, el principal diario de la isla y órgano oficial del Partido Comunista que lideran los Castro, el conmovedor rescate de los mineros no mereció mayor trascendencia: en su edición digital del 14 de octubre, la noticia apenas mereció el lugar 16 en importancia, reveló el diario español, El Mundo. La primera plana fue ocupada, en cambio, por la cuarta entrega de las reflexiones de Fidel y por el envío de flores por parte del líder y su hermano Raúl, hace años designado presidente, a un ex guerrillero muerto.
Según El Mundo, el diario cubano también privilegió más el aumento de la inflación en España y la gira internacional de su aliado venezolano Hugo Chávez, que la noticia de los mineros.
En ese sentido, y pese a tener corresponsales en países con gobiernos afines al comunismo cubano, como Bolivia, Venezuela y Ecuador, cercanos al norte chileno donde se encuentra la mina, Granma tampoco consideró la necesidad de designar un enviado para el campamento Esperanza, donde unos 2.000 periodistas cubrían la noticia.
El rescate de los mineros volvió a poner en evidencia nuevamente el cerrojo informativo que impone el gobierno cubano sobre sus ciudadanos, donde los Castro determinan qué noticias serían convenientes para su población y cuáles no.
Entre las razones que esboza El Mundo para intentar comprender la decisión periodística del medio oficial del comunismo cubano se halla la probable represalia al presidente chileno, Sebastián Piñera, quien ha criticado públicamente a Fidel Castro. (Infobae)
