El día domingo, Nadal tratará de sumar el noveno Roland Garros de su carrera, mientras que Djokovic buscará el primero.

Tal como sucedió en el 2012, Rafael Nadal y Novak Djokovic se volverán a encontrar en una final del Roland Garros, tras alcanzar el triunfo en la fase previa. Ambos tenista protagonizarán el día domingo  su 42° partido entre sí, en una estadística donde el mallorquino supera al de Belgrado por 22-19.

Nadal – ganador de ocho Abiertos parisinos y actual “tetracampeón” fue un rayo ante el británico Andy Murray (7° ATP) al que venció fácilmente en una hora y 38 minutos por 6-3, 6-2 y 6-1.

El español – que deberá ganar el torneo para conservar su supremacía en el ranking – no encontró rival en el escocés (del cual se esperaba muchísimo más), ya que prácticamente desarrolló un entrenamiento de cara a lo que será la final. Hasta se dio el lujo de dominar el duelo con una propuesta agresiva, algo a veces no común, tomando en cuenta que el estilo de Nadal parte de la potencia de piernas (trabajo físico) para correr a cada pelota y responderlas a la perfección; dejando muchas veces a sus rivales impotentes ante sus grandes e increíbles devoluciones.

La jerarquía del quizás mejor jugador de la arcilla en la historia del tenis se evidenció en todo sentido, toda vez que logró 41 puntos con su primer servicio (91% de efectividad), 8 con su segundo saque y 34 de devolución, generando un total  24 winners y 15 desaciertos. En tanto,  Murray registró 22 puntos con su primer servicio (63% de efectividad), 11 con el segundo y 10 con la devolución: consiguiendo sólo 11 puntos ganadores y fallando en 26 ocasiones.

En la otra semifinal, los errores no forzados del letón  Ernests Gulbis (18°) prácticamente determinaron el triunfo de Novak Djokovic (2° ATP), por lo cual el tenista serbio jugará su segundo final del Abierto de París donde buscará el título por primera vez y de paso liderar nuevamente el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales.

Con parciales de 6-3, 6-3, 3-6 y 6-3, el aspirante al título alcanzo la victoria en dos horas 34 minutos, ante un rival que dio dura y que dominó en muchos pases del encuentro gracias a su eficiente agresividad, pero como lo señalé en el párrafo anterior, finalmente la cantidad de desaciertos cometidos por el vencido, fueron claves para que no genere una nueva sorpresa (eliminó al suizo Federer en octavos de final y al checo Berdych en la fase siguiente).

Si bien es cierto, Gulbis fue mucho más contundente, Djokovic también sacó a relucir su potencia ofensiva, y además respondió a las exigencias de su adversario con solidez, ganando los puntos claves del duelo a través de su devolución.

En un partido donde ambos tenistas terminaron cansados a consecuencia del calor parisino (esta semana la temperatura subió por lo menos diez grados más), el balcánico consiguió 30 winners y falló en 25 oportunidades, mientras que el letón generó 40 tiros ganadores pero cometió 44 errores no forzados.

ANTECEDENTE

En la final del Roland Garros 2012, Rafael Nada lograría el título tras  imponerse con parciales de 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5 a Novak Djokovic.

Por: Luis Miguel Guerrero.

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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