Phlipp Lahm, capitán de la selección alemana, era el encargado de recibir la Copa del Mundo tras derrotar a la Argentina por 1-0, pero un extraño hecho llamó la atención.
Sucede que entre el presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, la presidenta del Brasil Dilma Rousseff y otro representante de la FIFA, se produjo una suerte de ‘bamboleo’ de la Copa del Mundo.
Entre los tres se pasaron el pesado trofeo desde el palco oficial, donde habían otros diez jefes de Estado, hasta que finalmente fue Rousseff quien entregó el trofeo. Luego el capitán alemán alzó el trofeo al cielo para júbilo de los aficionados alemanes, que lograron acallar las muestras de descontento con Rousseff y Blatter.
Trascendió que Blatter recibió una sonora pifiada en el momento en que se situaron por delante del palco para entregar los premios.