Murray celebró de manera eufórica su pase a la final de Melbourne.

El británico Andy Murray (6° ATP) volverá a disputar una final de Grand Slam luego de año y medio, esto tras derrotar en semifinales del Abierto de Australia por 6-7/6/8), 6-0, 6-3 y 7-5 al checo Tomas Berdych, quien quizás llegaba con ligero favoritismo al partido de hoy por no haber cedido set alguno en el torneo y además  tras eliminar a Rafael Nadal con holgura.

Berdych empezó mejor el compromiso y a través de su un eficaz servicio y potente derecha hizo daño a su rival que trataba siempre de cargar el juego por las esquinas, pero su dominio recién pudo establecerlo en el octavo game cuando quebró para ponerse 5-3 y con posibilidad de obtener el primer episodio con su servicio.

Lamentablemente para los intereses del checo, su saque no funcionó como se esperaba y ello fue aprovechado por el escocés para poner las cosas en orden. Incluso, Murray empezó a tomar más protagonismo insertando variantes a su juego y estuvo a punto de vulnerar nuevamente el servicio de Berdych, pero al final no pudo celebrar, por lo que el primer set se extendió a un tie-break.

En la muerte súbita, la mayor apertura de Murray le trajo réditos, toda vez que tuvo punto para set. Pero fue allí donde apareció otra vez el checo para evitar que el episodio se le vaya de las manos tras igualar la cuenta y ganar después dos puntos más en fila para adelantarse adjudicarse el parcial inicial.

Pese a perder el primer tramo del encuentro, Murray terminó jugando dicho episodio mejor y mandando en muchos pasajes con su táctica de juego hacia los lados. De otro lado, Berdych no fue el mismo del inicio – ni con su servicio ni con su sólida derecha – y eso duró hasta el final. Si el checo sacó ventaja en el marcador fue porque impuso su jerarquía en momentos justos.

En el segundo parcial, Murray se paseó con su rival dominando el juego en todos los aspectos. Un total de 7 winners, 14 puntos de devolución y solamente 3 errores no forzados fueron suficientes para empatar el duelo a un set por lado. El checo no apareció en el mencionado tramo y generó números pobres: un punto ganador, dos con la devolución y 12 desaciertos.

Ambos top ten volvieron a ofrecer un set tan disputado como el primero, amparándose tanto Murray y Berdych en su saque. Todo iba parejo hasta el sexto game, donde el encuentro nuevamente se inclinó para el lado del británico cuando éste quebró el servicio de Berdych (iba 40-0 a favor) para colocarse 4-2 en ventaja y luego administrarla hasta ganar el episodio gracias también a los desaciertos cometidos por su adversario.

En el cuarto y último tramo, mientras Murray presionaba con mucha inteligencia desde el fondo del campo con tiros angulados, Berdych trataba de dominar con sus potentes derechas. Todo parecía parejo aunque el británico sacaba alguna diferencia sobre su rival en cuanto a puntos ganados con el primer servicio (16-10) y con la devolución (10-6).

Aun así Berdych perdió dos oportunidades de quiebre cuando se encontró con un 15-40 a favor en el sexto juego, situación que no desaprovechó el escoces cuando contó con la misma ocasión en el undécimo game. El 6-5 fue oro puro para Murray que hizo respetar su saque para celebrar eufóricamente su acceso a la final de Melbourne por cuarta vez.

A lo largo del match Murray consolidó 40 winners y cometió 39 equivocaciones, mientras que Berdych impactó 37 puntos y sumó 56 errores no forzados.

Cabe resaltar que Murray perdió las finales del 2010 Con Federer, 2011 con Djokovic y 2013 de nuevo con serbio.

Precisamente, su rival en la final 2015  será el ganador del duelo que protagonicen mañana viernes (3:30 horas de Perú) el serbio Novak Djokovic y el suizo Stanislas Wawrinka.

Foto: Web Oficial del Abierto de Australia.

Por: Luis Miguel Guerrero.

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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