Casi 900 personas han muerto tras el poderoso terremoto de 7.9 grados que sacudió Nepal. Según medios locales se trata de una catástrofe donde además hay una cifra no determinada de heridos y centenares de desaparecidos.
El balance de muertos subió a 876, incluyendo 524 víctimas en el valle de Katmandú informó el portavoz de la policía Kamal Singh Bam. «Los tareas de rescate siguen su curso. Tememos que el balance pueda subir a medida que excavemos en los escombros», añadió.
Los hospitales y diversos centros médicos colapsaron; por ello, decenas de heridos son atendidos en la calle. En tanto, las personas apoyan a los rescatistas en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros. La población permanece en la calle debido al temor a que las edificaciones colapsen.
Las vías de comunicación están destrozadas y con grietas. El aeropuerto internacional de Katmandú ha sido reabierto tras permancecer varias horas cerrado. El terremoto tuvo lugar a 800 kilómetros al noroeste de la capital y luego se ha registrado al menos 16 réplicas.
La torre Dharahar, un importante atractivo turístico de Nepal, se ha derrumbado y quedó convertida en escombros. En general varias edificaciones han sido reducidas como los muestran las impactantes imágenes difundidas por las agencias.