Raonic vino de atrás para celebrar ante Federer.

Milos Raonic (6° ATP) protagonizará el domingo su primera final de Grand Slam tras doblegar en cinco parciales a Roger Federer (3° ATP) en el Abierto de Wimbledon. En tres horas con 24 minutos, el canadiense superó al suizo por 6-3, 6-7(3/7), 4-6, 7-5 y 6-3, quitándole un invicto de 10-0 en semifinales dentro de la hierba londinense.

Ambos trataron de que el servicio sea la base y estructura de su juego y lo consiguieron tras consolidar un porcentaje por encima del 80% en cuanto a puntos ganados con el primer saque ya sea por la vía del ace, tiro de derecha, la volea y/o subidas a la net. No obstante, también cometieron una gran cantidad de dobles faltas (16 en total con once del norteamericano y cinco del europeo).

En el primer episodio, debido a una doble falta de su adversario, Raonic concretaría en quiebre la única chance que generó. Con aquel 3-1 a favor, el tenista canadiense administró la diferencia hasta adueñarse del parcial, sin dar opciones a la reacción.

La siguiente manga, el alto porcentaje de puntos ganados por ambos con su primer saque (por encima del 90%), impediría rupturas, pese a que Federer tuvo cuatro ocasiones para lograrlo tras encontrarse 5-4 y 0-40 a favor y luego ventaja, pero finalmente no pudo cristalizarlo. Llegado el tie-break, el suizo lo sacó adelante por un tema de jerarquía y desaciertos de su rival.

En el séptimo game del tercer tramo, Federer aprovecharía un notorio bajón de Raonic respecto al servicio, para quebrar contando con un 15-40 a favor. Un 4-3 que Federer que Federer manejaría con mucha solvencia para quedar a un solo set de la victoria. Cabe resaltar que antes el suizo había desperdiciado hasta 3 ó posibilidades de quiebre, en momentos –como señalé – el canadiense no estaba fino con su saque.

Tras 18 games ganados con su servicio ininterrumpidamente y sin permitir oportunidades de quiebre y tampoco deuces, Federer perdería increíblemente su saque en el decimosegundo juego del cuarto episodio luego de ir cómodamente 40-0 arriba. El temple y la lucha de Raonic obligarían a un quinto set, cuando todos se preparaban para ver otra muerte súbita.

En el decisivo, Federer sufriría una caída en el tercer game que afectó un poco su  muñeca, rodilla y tobillo; situación que quizás – y sin restarle merito – Raonic aprovechó para vulnerar otra vez el servicio del máximo ganador en la historia de los Grand Slam y aventajarlo por 3-1. A partir de ese instante, el canadiense no titubeó con su saque, lo que le permitió encaminarse hacia una celebración merecida ante un grandioso tenista como lo es el helvético,

Mientras que en la estadística, Raonic sumó 23 aces, 48 puntos de devolución, 75 winners – razón también de su triunfo – y 40 errores no forzados; Federer registró 16 aces, igual cantidad de devoluciones que el ganador, 49 tiros ganadores y 14 desaciertos.

MURRAY Y SU TERCERA FINAL

Por su parte, el campeón de la edición 2013 de Wimbledon, el británico de origen escocés Andy Murray (2° ATP), ganó el derecho de disputar lo que será su tercera final del torneo en mención tras superar sin complicación aun errático checo Tomas Berdych (9° ATP) por u triple  6-3 en una hora con 57 minutos de juego.

A partir de una gran solidez defensiva, Murray fue construyendo su triunfo gracias  a que también mostró su grado de  dominio desde la base de la devolución y tiros ganadores ante un rival que falló demasiado, razón por la cual fue quebrado en cinco ocasiones.

En efecto, Murray consiguió 5 quiebres dentro de las diez chances que generó y en todas ellas no tuvo que esforzarse, porque fue el checo quien lo ayudó, ya sea con una doble falta o echando la pelota fuera del terreno  apurado eso sí por los envíos potentes y  angulados del británico.

El único momento de desconcierto vivido por el tenista local sucedió en el tercer game del episodio inicial, en el cual cedió su servicio por única vez, y también en gran medida por la precisión y agresividad de Berdych, quien arriesgó y ganó. De allí en más, Murray no daría ventaja y pulsó fino hasta el final.

La victoria del británico se resume en los 9 errores no forzados que cometió, a diferencia de los 30 que sumó Berdych. Asimismo, sacó provecho de la devolución tras generar desde esa vía 31 puntos  contra 27 del checo.

Foto: Web oficial de Wimbledon.                                        

Por Luis Miguel Guerrero.        

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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