Los días irritados por los fuertes dolores abdominales que soportó Andrea, una niña ancashina de dos años de edad, llegaron a su fin gracias a los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño.
Los médicos peruanos le extirparon un tumor gigante de ovario de gran volumen a la menor, que pesaba más de tres kilos y ocupaba casi toda la cavidad abdominal desde la pelvis hasta la región superior.
Se trata de un “tumoración anexial bastante peligrosa”, según indica la Dra. Soledad García, jefa del servicio de Ginecología Infanto Juvenil del INSN, debido a que la masa cancerígena se encontraba adherida a varios órganos como los intestinos e hígado y el riesgo existente de un sangrado abundante, era alto.
La pequeña fue operada el pasado martes y su recuperación ha sido bastante positiva, hoy recorre con su madre Elsa los pasadizos del servicio de hospitalización, como signo de un buen pronóstico, “estos tumores son quimiosencibles” y podrá seguir un plan de quimioterapia en el INEN, manifiesta la ginecóloga.
Los tumores embrionarios de este tipo malignos son frecuentes en la primera infancia, algunas niñas lo desarrollan cuando se encuentran en el vientre de la madre
En el presente año se ha realizado cinco operaciones similares a niñas y adolescentes. Asimismo, afirmó que el año pasado realizaron 18 intervenciones quirúrgicas de tumoraciones de ovarios de gran tamaño y alto riesgo, entre benignas y malignas.
Recomendó que cuando tengan alguna sospecha acudan a los especialistas del INSN que cuenta con un servicio de Ginecología Infanto Juvenil y siempre es bueno que las niñas tengan un chequeo preventivo que descarte cualquier tipo de patologías de este tipo.