Unas 356 familias de igual número de trabajadores de los restaurantes Bordemar en Barranco, protestaron en los exteriores del municipio del distrito para exigir al alcalde una solución que les permita poder trabajar con los protocolos de seguridad, pues están esperando reactivarse hace más de ocho meses.
Alberto Rivera, representante de los trabajadores, acusó el súbito cambio del postura del alcalde José Rodríguez, con quien según dijo conversaron a principios de año y les manifestó que no había ningún problema para que pudieran operar.
«Ya ha pasado casi un mes donde 356 Familias[más de 1500 personas] perdieron el sustento para llevar a sus hogares, dicen que los vecinos NO ESTÁN DE ACUERDO CON EL FUNCIONAMIENTO DE BORDEMAR y la verdad no creo que el barranquino prefiera un terral como lo era antes, abandonado y donde habían robos, autos saltando como si fuera un hotel, a tener un espacio hermoso, iluminado y seguro que levanta el pecho a todos nosotros los barraquinos de corazón», indica un comunicado en redes sociales.
Según señaló, el problema partiría de Carlos la Rosa, un abogado que actualmente labora como asesor del alcalde, el cual habría trabajado anteriormente para una familia en Bordemar y ahora estaría enfrentado con ellos.
«Los problemas que él pueda tener con la familia Caferatta que los vean entre ellos, pero que el odio no haga dañar a tantas familias y empresarios».
