Los sembríos de hoja de coca en el Perú, siguen en notorio crecimiento, pese a las acciones de control e interdicción que realiza el Gobierno. Según el último informe del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (ONUDD), los cultivos han mantenido la tendencia del año 2007, creciendo el año pasado en 4.5 por ciento y alcanzando un total de 56,100 hectáreas.
Los sembríos de hoja de coca en el Perú, siguen en notorio crecimiento, pese a las acciones de control e interdicción que realiza el Gobierno. Según el último informe del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (ONUDD), los cultivos han mantenido la tendencia del año 2007, creciendo el año pasado en 4.5 por ciento y alcanzando un total de 56,100 hectáreas.
Por ello, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) sostuvo que uno de los principales factores para el incremento de los cultivos registrado en el 2008 es el notable aumento de la demanda por estupefacientes de los países consumidores, particularmente, de Europa.
Sin embargo, Rómulo Pizarro, presidente ejecutivo de Devida, descartó, en ese sentido, que la estrategia contra el narcotráfico que aplica el Gobierno peruano haya fracasado pues, por el contrario, ha tenido resultados positivos y ha impedido que los cultivos erradicados en otros países productores se trasladen al Perú.
Explicó que la demanda de los países consumidores se ha incrementado considerablemente en Europa, continente que se ha convertido paulatinamente en uno de los principales destinos de las exportaciones de droga elaborada en el Perú; y también en los países de América Latina.
“Tenemos que pensar que un extremo del alza es el crecimiento de la demanda mundial de cocaína que presiona al narcotráfico a buscar nuevas formas de cultivo”, indicó.
En ese sentido, dijo que este tema pone en relevancia aún más la necesidad de manifestar la “responsabilidad compartida”, pues la lucha contra el narcotráfico es un objetivo que debe ser asumido también por los países consumidores.
