El Seguro Social de Salud (EsSalud) activó un operativo que hizo posible el traslado de Chiclayo a Lima, por vía aérea, dos de los cuatro órganos donados por una joven fallecida para ser trasplantados a personas que se encuentran en lista de espera.
El pasado miércoles, los padres de una estudiante de Chiclayo, que falleció a causa de una aneurisma, decidieron donar el corazón, hígado y riñones de su hija para salvar la vida de cuatro pacientes.
Tras el noble gesto de los familiares, especialistas del Instituto Nacional del Corazón (INCOR) y del hospital Guillermo Almenara se trasladaron a la ciudad norteña para concretar el proceso de extracción de los órganos, que luego fueron transportados, en un vuelo comercial, hacia Lima.
Ya en la capital, gracias al apoyo de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) que facilitó un helicóptero, se transportó el corazón desde el Grupo Aéreo Nº 8 hasta el helipuerto del hospital Edgardo Rebagliati, para luego ser llevado en ambulancia hacia el INCOR donde será implantado en una paciente adulta.
En tanto, el hígado fue trasladado en otra ambulancia al hospital Almenara, donde un equipo multidisciplinario realizará el trasplante salvando la vida de otro asegurado de 58 años, que padece de cirrosis hepática.
Los riñones se quedaron en Chiclayo para ser implantados por médicos del hospital Almanzor Aguinaga de EsSalud a dos pacientes hospitalizados en dicho nosocomio.
La presidenta de EsSalud, Fiorella Molinelli, agradeció a los familiares de la joven estudiante que, a pesar del difícil momento de dolor que atraviesan, decidieron donar los órganos de su ser querido para prolongar la vida de otras personas.
“La donación voluntaria de órganos es importante, porque puede salvar la vida de hasta diez personas que están a la espera de un milagro que les permita seguir subsistiendo y mejorar su salud”, manifestó.
