Hace un par de semanas asistí invitado a una fiesta en una conocida discoteca en la Panamericana Sur, aunque las hay muchas entre los balnearios de Asia y Punta Hermosa, es obvio que para llegar necesitas transporte; ya sea en tu auto particular, o sino lo tienes trepas un bus de Soyuz.

 

 

Hace un par de semanas asistí invitado a una fiesta en una conocida discoteca en la Panamericana Sur, aunque las hay muchas entre los balnearios de Asia y Punta Hermosa, es obvio que para llegar necesitas transporte; ya sea en tu auto particular, o sino lo tienes trepas un bus de Soyuz.

 

 

El ambiente agradable y los servicios de primera. Ingresé, me divertí, bailé algunas horas y francamente, pasadas las cuatro de la mañana ya me quería ir.

A esa hora pocos seguían en la pista de baile, la mayoría estabamos agotados, acalorados y con ganas de regresar a Lima, algunos lograban convencer a los dueños de los autos a regresar, otros esperaban sentados y algunos dormitaban.

No les miento, coincidencia o no, pero casi todos los que habíamos llegado transportados por algún amigo o amiga, nos hacíamos la misma pregunta. ¿Cómo salimos? ¿Cómo nos regresamos?

A partir de aquí quiero llamar su atención. Al promediar las 4 de la mañana y por no más de media hora, fuí testigo de la partida de no menos de quince automoviles desde el concurrido balneario hacia la ciudad de Lima.

Les aseguro que sin necesidad de una prueba del alcoholimetro, el 99.9% de esos choferes tenía un alto nivel de alcohol en la sangre. Los pocos policías y serenos que custodiaban el balneario observaban eventuales conatos de bronca, algún robo o desorden, pero nadie sugería a los parroquianos -me incluyo yo también- a esperar el amanecer, descansar y regresar en condiciones adecuadas.

Un chofer cansado, quizá ebrio y llevando a terceros en su mismo estado, tendrá mucha suerte en no ser protagonista de un accidente, en no dar el último respiro de su vida entre un amasijo de fierros por un simple pestañeo; o quizá si sobrevive, quede inválido o paralítico.

Aquel día hasta se me ocurrió subir a un bus para regresar, quizá "tirar dedo", pero lo veía complicado. Luego pensé en cuantos accidentes habrían esa noche por tanta imprudencia.

En adelante, medité en algunas soluciones que yo creo son urgentes para no seguir lamentándonos cada fin de semana por más y más muertes. ¿Porqué creo que aumentarán?. Quiero comentarles que entre el 2008 y 2009, se han duplicado el número de discotecas en el Balneario de Asia. Por cada centro de diversión abierto llegarán no menos de mil jovenes y adultos más para divertirse.

Primero: Urge un intenso volanteo, justo en las puertas de las discotecas y despertar la conciencia de los jóvenes choferes para evitar que se aventuren a tomar el volante ebrios. Quizá un cafecito o alguna comida, antes del viaje, ayuden en algo.

Segundo: Establecer una línea de transporte público que ofrezca un servicio pagado de regreso a Lima. A veces los Soyuz ni paran y otros abusan con el precio.

Tercero: Más efectivos policiales en ese tramo de la Panamericana Sur, al menos desde Asia hasta Punta Hermosa. Amigos me comentan que los operativos no empiezan precisamente a las 3 AM o 4 AM, sino a partir de las 6AM, hora en que la mayoría retorna. ¿Que buscan los policías tan tarde?

Los jóvenes tenemos derecho a divertirnos, a veces sólo bastan algunas copitas para pasarla bien, pero no lleguemos al abuso de embrutecernos o de perder la lucidez.

Y a las autoridades que actúen con responsabilidad, estamos frente a una bomba de tiempo y les sugiero a ustedes lectores dar una hojeadita el sabado o domingo por la mañana a la web: http://www.bomberosperu.gob.pe/EmergenciaDiario/po_diario.asp  y darse cuenta de cuantos accidentes se registran en la Panamericana Sur o en otras zonas de Lima, las primeras horas del día. Estamos a tiempo.

 

PD 1: Quiero expresar mi profundo pesar por el fallecimiento del periodista Álvaro Ugaz y aclaro que este artículo no es a propósito del accidente que le quitó la vida, pues ya el canal 2 confirmó que no consumió alcohol.

PD2: Destacar que programas de TV como el de Beto Ortiz y Aldo Miyashiro propongan una campaña para sancionar con dureza a los choferes que acostumbran a manejar ebrios.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.