La parlamentaria andina Elsa Malpartida (48) fue integrante de Sendero Luminoso desde 1989 y sirvió a las huestes de ‘Artemio’ (el prófugo cabecilla del llamado Comité Regional Huallaga) en calidad de mando logístico del caserío El Milagro (a 25 kilómetros de Tingo María), donde vivía y tenía sus parcelas de hoja de coca.
 

La parlamentaria andina Elsa Malpartida (48) fue integrante de Sendero Luminoso desde 1989 y sirvió a las huestes de ‘Artemio’ (el prófugo cabecilla del llamado Comité Regional Huallaga) en calidad de mando logístico del caserío El Milagro (a 25 kilómetros de Tingo María), donde vivía y tenía sus parcelas de hoja de coca.
 

Según el diario ‘El Comercio’, la ex dirigente cocalera dejó esa organización en 1994 cuando se acogió a la llamada Ley de Arrepentimiento, que permitió a miembros de grupos terroristas librarse de la cárcel a cambio de confesar sus delitos y brindar información a las autoridades.
 
Se conoció, además, que la actual integrante del Partido Nacionalista (que ocultó esta parte de su vida durante los últimos 15 años) ingresó a la organización maoísta recomendada por uno de los lugartenientes de ‘Artemio’, que desde inicios de los 80 es el mandamás de SL en el Alto Huallaga.
 
Por aquel entonces, esa facción subversiva, que contaba su número de combatientes y de armas de fuego por centenares, se había convertido en la "caja chica" de Abimael Guzmán debido a sus estrechos nexos con el narcotráfico, y extendía sus tentáculos desde Tocache hasta Tingo María y Huánuco, pasando por Aguaytía y Pucallpa.
 
Fue en ese contexto que un senderista conocido con el apelativo de ‘David’, mando político del caserío El Milagro, eligió y nombró a Elsa Malpartida como la encargada logística de la zona antes mencionada.
 
Ya en las filas de la organización, según la documentación obtenida, Malpartida realizó trabajos de adoctrinamiento, labores comunales y reuniones de coordinación con los mandos políticos y militares del lugar.
 
Hasta ahora se desconoce si Elsa Malpartida participó en atentados contra las fuerzas del orden, aunque era común que los encargados logísticos asumieran funciones de combatientes ante la ausencia o el fallecimiento del inmediato superior.
 
Sus familiares también
Incluso, su hermano, Juan Malpartida Jara (65), también militó en el Comité Regional Huallaga. Juan Malpartida -de acuerdo con la información obtenida por ese diario- fue captado también en 1989 por un lugarteniente de “Artemio”, de apelativo ‘Carlos’.
 
Al igual que a su hermana Elsa, a Juan Malpartida, cuyo seudónino era ‘Lucho’, también le asignaron un cargo, pero de mayor nivel: mando político o número dos a cargo del caserío Bolaynas (en el distrito José Crespo y Castillo). Lo que hicieron ambos hermanos cuando integraron las huestes de Sendero es desconocido. Y ellos tampoco lo han contado, por lo menos hasta ahora.
 
Lo que sí se sabe es que la dirigente cocalera decidió abandonar la organización terrorista el 29 de octubre de 1994, es decir, un lustro después de haber ingresado a la facción de ‘Artemio’ y cuando ya tenía 33 años. Aquella fecha, sin que se conozcan sus reales motivos, desertó de las filas subversivas luego de apersonarse a la sede policial de la Jefatura Contraterrorista de Tingo María (JECOTE).
 
Allí solicitó acogerse a los beneficios de la Ley de Arrepentimiento (norma promulgada durante el primer gobierno fujimorista) y firmó el Acta de Declaración del Solicitante, en que se comprometió a abandonar toda actividad terrorista. Esta diligencia fue presenciada por un fiscal que avaló el procedimiento.
 
Desde entonces, Malpartida Jara dejó su verdadera identidad a un lado para convertirse en la arrepentida de clave A2J-53372, número asignado por las autoridades del caso. Con esa careta numérica, que también fue utilizada por muchos integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), Malpartida brindó información sobre la forma en que fue captada por Sendero, así como sobre sus actividades dentro de la organización y su relación con los mandos políticos, militares y logísticos que controlaban la zona de El Milagro y lugares aledaños.
 
La misma decisión de la ex dirigente cocalera fue adoptada por su hermano Juan, quien desertó de las filas terroristas para convertirse en informante de las Fuerzas del Orden con el código A1J-53180. A cambio de la información que ambos brindaron a las autoridades antisubversivas de la época, y luego de que los datos fueran corroborados, se les concedió el beneficio de la exención de la pena, que los libró de ser procesados penalmente por el delito de colaboración con el terrorismo y ser condenados a prisión.
 
Luego la historia es conocida: Elsa Malpartida se convirtió en una prominente dirigente cocalera hasta que dejó esta faceta en el 2006 cuando ganó una curul como parlamentaria andina por el partido del ex comandante Ollanta Humala, quien -ironías de la vida- sirvió en una base contraterrorista del Huallaga mientras ella vivía en esta zona.
 
La historia narrada en este informe periodístico, sin embargo, no es la única que preocupa. Fuentes del lugar, que por ahora guardan el anonimato, revelaron que la integrante del Partido Nacionalista no solo fue un mando logístico más del grupo terrorista del Alto Huallaga, sino que también conocería personalmente al prófugo ‘Artemio’.
 
Según las mismas fuentes, Malpartida habría tenido contacto, hasta hace algunos años, con este sanguinario terrorista y con sus principales secuaces, aun cuando ella misma lo rechaza con una respuesta negativa que, a la luz de los hechos, resultaría inverosímil.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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