Nunca es tarde para soñar en grande, pero cuando se trata de ser el candidato a la presidencia, no sólo se busca el carisma y el rostro vendedor, sino propuestas inteligentes que puedan mejorar la situación de un país.
Jesica León
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Nunca es tarde para soñar en grande, pero cuando se trata de ser el candidato a la presidencia, no sólo se busca el carisma y el rostro vendedor, sino propuestas inteligentes que puedan mejorar la situación de un país.
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Bajo esa premisa me ocupo hoy del lanzamiento de la candidatura a la primera magistratura del escritor y periodista Jaime Baily.
Para los más superficiales es quizá una noticia inesperada, sobre todo porque se trata de una persona -el tío terrible de la televisión peruana- que quiere aparentemente competir con los grandes líderes políticos del país como Ollanta Humala, Lourdes Flores Nano o Keiko Fujimori.
Al buen Bayly se le atribuye mucho carisma, una cualidad que pocos candidatos tienen, además de sabe entretener. Puede mofarse de sí mismo y de todo el Mundo, pero seguro en el terreno político y las propuestas serias, estaremos ante un mendigo lleno de bromas, con desconocimiento en materia económica, pobreza y carencia de cualidades innatas que son requisito mínimo en un gobernante serio.
Me pongo en el extremo del elector informado y parafraseando al alcalde Luis Castañeda -quien luego dijo que no dijo lo que dijo- repito: ."Si son elecciones y voy a depositar mi voto… ¿Para que tener un fulano que me entretenga en la televisión? o ¿he depositado el voto para que alguien me resuelva los problemas?".
Pero yo me pregunto, ¿Porqué hay el grueso de la clase político tiene mucha cautela en criticar a Bayly?. Pocos valientes como Yehude Simon han sido claros en esto. “Una cosa es el periodista, el escritor, el niño terrible y otra cosa es el que aspira ser presidente. Y el Perú es más que una broma”, dijo.
Y es que la broma y la chacota parecen ser el fuerte del "buen" Bayly. Así, saca a la luz su "homosexualidad" y cierta gente lo celebra, genera polémica, pero no analizan las propuestas de fondo.
Menos impopulares son las propuestas como la despenalización del aborto y el matrimonio gay, de las que Jaime se ha pronunciado, aunque la semana pasada se dio cuenta que sus bonos habían bajado un poquito y dio marcha atras en su porevio anuncio de indultar al ex presidente Alberto Fujimori.
Así concluyo que Jaime Baily puede combinar dos áreas, la farándula y la política, juega con ambas y con ellos los políticos que lo han visto con ojos oportunistas lo acogen como José Barba Caballero, algunos medios lo celebran en primeras planas y otros lo toman como "el outsider" de quien hay que hablar siempre.
Finalmente, no discuto el talento de Jaime como escritor, sus artículos en Peru 21 son interesantes y también sus libros, él es formidable e inteligente pero la inestabilidad de su personalidad da mucha inseguridad. Como lo dijo Yehude cómo vamos a confiar en alguien que tomo tranquilizantes y que un día puede estar y renunciar a su cargo.
