Aunque la cifra de víctimas no deja de crecer, aún hay espacio para el milagro. La policía japonesa ha confirmado al canal de televisión NHK que ha encontrado hoy domingo a dos supervivientes que han pasado nueve días sepultados por los escombros en Ishinomaki, una ciudad de la prefectura de Miyagi.
Aunque la cifra de víctimas no deja de crecer, aún hay espacio para el milagro. La policía japonesa ha confirmado al canal de televisión NHK que ha encontrado hoy domingo a dos supervivientes que han pasado nueve días sepultados por los escombros en Ishinomaki, una ciudad de la prefectura de Miyagi.
Son una señora de 80 años y un joven de 16 que, según informa la policía, fueron encontrados porque respondieron a una llamada del equipo de rescate que trabajaba en la zona donde fueron encontrados. Los dos están conscientes, aunque muy débiles.
A pesar de esto, Japón continúa con el recuento de víctimas del terremoto que el pasado día 11 causó un devastador tsunami. Las últimas cifras oficiales estiman que hay 8.133 muertos y 12.272 desaparecidos, lo que confirma que hablamos del peor terremoto vivido en Japón en 90 años, superando las víctimas (6.400) del terremoto de Kobe en 1995.
Nueve días después del seísmo de 9 grados en la costa nordeste de Japón, que causó el peor desastre natural tras la II Guerra Mundial, las esperanzas de encontrar supervivientes son muy escasas. Las autoridades temen que el número de fallecidos siga subiendo y llegue a 10.000, ya que en las últimas horas se han encontrado varios cuerpos en puntos de la costa nororiental, y que las cifras de desaparecidos y rescatados se vayan multiplicando con el paso de los días.
Sin embargo, según la agencia de noticias Kyodo, que cita a fuentes policiales, podría haber más de 15.000 víctimas únicamente contando con las de la prefectura de Miyagi
El elevado número de fallecidos ha complicado la identificación de los cuerpos, por lo que las academias policiales han comenzado a instruir a los agentes locales para que se ocupen de estas tareas, mientras que grupos de voluntarios han asumido la labor de informar a las familias. Por su parte, las autoridades de inmigración han decidido enviar a los Gobiernos locales toda la información disponible -incluidas las huellas dactilares- sobre los extranjeros residentes en Japón, para facilitar y agilizar su identificación.
Los esfuerzos de asistencia se centran en procurar un techo a los supervivientes que han perdido sus casas, entre ellos unos 360.000 evacuados, que en su mayoría permanecen en 2.200 refugios habilitados por las autoridades. Entre ellos se encuentran los 200.000 evacuados en los alrededores de la planta nuclear de Fukushima, donde técnicos y militares luchan por rebajar la temperatura de sus reactores para evitar mayores fugas radiactivas. / ELPAIS