El delincuente juvenil «Gringasho» no siempre tuvo un pasado teñido de sangre. Aunque usted no lo crea, antes fue un aplicado alumno en el colegio.
Como es público, las malas juntas y uno de sus tíos le eseñaron al delincuente las mañas para delinquir hasta convertirse en un temible sicario.
“Era un chico muy inteligente, muy hábil. Realmente he quedado sorprendido con su inteligencia. Un joven cualquiera no hubiera respondido como él”, dijo el fiscal de la 57 Fiscalía Penal de Lima, Jorge Sanz Quiroz, tras el interrogatorio a ‘Gringasho’ poco después de su captura.
El ahora joven delincuente, que solo estudió hasta el quinto año de primaria en el colegio Francisco Lizarzaburu de Trujillo registró notas entre 15 y 16 y nunca salió desaprobado, lo demuestra que su futuro pudo ser otro, lejos del sicariato.
“El sexto año ya no regresó lamentablemente. Era un muchacho respetuoso y obediente”, contó el director del centro educativo al noticiero 90 Segundos.
En el 2006, ‘Gringasho’ fue retirado de la escuela por su abuela para llevarlo a Lima. De haber continuado sus estudios, el menor habría terminado ya su secundaria.