La premura por la juramentación de Eda Rivas como Canciller y Daniel Figallo como titular de Justicia, provocó un bochornoso incidente frente al presidente Ollanta Humala.
Un trabajador acomodaba apurado los micrófonos para que juramenten los nuevos funcionarios, cuando rozó uno de los candelabros con un enorme cirio de más de un metro de altura provocando su inmediata caída, casi cerca a Ollanta Humala.
Aunque Humala estaba de pie, esperando el ingreso de Rivas y Figallo, volvió al ver el incidente con un gesto de seriedad. Detrás la primera dama Nadine Heredia observaba con incomodidad la escena.