Las selecciones del Brasil y Uruguay se enfrentan hoy con el objetivo de avanzar a la final de la Copa Confederaciones.
El combinado celeste llega al país carioca y afronta al eterno fantasma del «Maracanazo».
Con un Neymar en su mejor momento, Brasil parte como favorito, aunque los charrúas con Cavani, Suarez y Forlán ansían volver a ser el verdugo de los anfitriones.
El estadio Mineirão de Belo Horizonte, construido en 1965 a semejanza del Maracaná, será el escenario de este clásico sudamericano, más que nunca revestido con los ribetes de la historia de 1950.
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