Mujer policía fue arrastrada por imprudente chofer por evitar intervención

Con serias heridas quedó la suboficial de la Policía de Tránsito, Thalía Laupa de la Cruz, quien fue arrastrada varios metros sobre la calzada por un imprudente conductor de un vehículo que pretendió evadir una intervención.

Según informó el Ministerio del Interior, la suboficial sufrió contusiones y laceraciones en el cuerpo, por lo que fue conducida al Hospital de la Policía Nacional del Perú, donde se recupera.
 
La salvaje agresión, ocurrida anoche en la cuadra 7 del jirón Chota, centro de Lima, recibió una rotunda condena de parte del ministro del Interior, Daniel Urresti Elera, quien acudió al hospital a conocer la situación de la mujer policía y expresarle su solidaridad, además de disponer toda la atención necesaria para su recuperación.
 
El conductor fue identificado como Alexander Ingaruca Sánchez. Este individuo, que no tenía licencia de conducir pero sí gran cantidad de papeletas, en su intento de fugar arrastró varios metros a la suboficial, dejándola mal herida sobre la pista. Afortunadamente fue detenido por otros efectivos a la altura de la intersección de las avenidas Grau e Iquitos.
 
“Vamos a presentar la denuncia correspondiente para que a este señor se le acuse por los delitos que ha cometido y reciba el peso de la ley. Vamos a hacer el seguimiento respectivo en el Poder Judicial y el Ministerio Público, para que actos delincuenciales como este no queden impunes”, afirmó el ministro Urresti en la Comisaría de Petit Thouars, donde permanece detenido dicho conductor.
 
El titular del Interior visitó a la suboficial y acudió a la dependencia policial en compañía del director general de la Policía Nacional, General de Policía Jorge Flores Goicochea, y del director de Defensa Legal de la Policía, General Máximo Ramírez Cruz.
 
Precisamente el general Ramírez explicó que Alexander Ingaruca Sánchez, chofer del auto Kía color negro y placa DGK-292, es autor de los delitos de violencia y resistencia a la autoridad, lesiones y omisión de prestar auxilio a persona en peligro, y que le corresponde una pena de entre seis y doce años de prisión.
 
“Lo más grave es que esta persona maneja sin brevete, porque está cancelado, y ya rebasó el límite de papeletas”, añadió.

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