El número 1 de la ATP  fue más que el aún campeón vigente del Abierto de Australia.

Novak Djokovic irá por su quinta consagración en el Abierto de Australia tras derrotar al que era precisamente el campeón defensor, el suizo Stanislas Wawrinka, con parciales de 7-6(1), 3-6, 6-4, 4-6 y 6-0 en un duelo que duró tres horas y media.

En consecuencia,  el primer Grand Slam del 2015 tendrá nuevo campeón, ya que el serbio disputará el título frente al británico Andy Murray (6° ATP), quien derrotó el día de ayer al checo Tomas Berdych para intentar ganar su primer campeonato en Melbourne, luego de tres intentos fallidos (2010, 2011 y 2013).

VERSUS WAWRINKA

El partido de hoy en la madrugada generaba muchas expectativas, toda vez que en el court se encontraban el número uno actual del tenis masculino y el último campeón del Abierto de Australia, es decir el helvético.

Era sabido que ambos tenían estrategias definidas. Mientras Wawrinka se apoyaría en la agresividad y contundencia de sus golpes (siempre genera gran cantidad de winners pero también de desaciertos a comparación de su rival), Djokovic apelaría a su sólida defensa con devoluciones agresivas y puntos ganadores bien trabajados.

Tras comenzar el set inicial, tanto el máximo favorito como el último ganador vigente se apoyaron en su saque y lo hicieron respetar hasta el sexto game, pues en el siguiente, Wawrinka vulneró mediante sus ataques el servicio del balcánico para colocarse 4-3 a favor.

Sin embargo, Djokovic algo molesto por lo sucedido, le devolvería la gentileza al suizo con sus excelentes  respuestas para igualar el marcador (4-4), luego ganaría el game con su saque (5-4) y hasta se puso 15-40 arriba para llevarse la primera ventaja en el partido, pero Wawrinka reaccionó levantando el juego.

Fue recién en el tie-break donde Djokovic establecería la primera diferencia, a través de un tenis sólido y compacto a diferencia de su adversario, que justo en ese momento decisivo falló más de la cuenta (7/1 en muerte súbita).

El segundo parcial empezó con un Djokovic a punto de quebrarle el servicio a Wawrinka con doble posibilidad, pero al final el natural de Lausana revirtió el panorama con sus golpes letales. Al parecer, ello animó al último campeón quien comenzó a levantar su juego, volviéndose más agresivo a partir de ese instante. Djokovic por su parte disminuyó su nivel. El resultado de ello haría que Wawrinka quiebre en el sexto (4-2) para administrar con mucha firmeza su ventaja hasta lograr el episodio (6-3).

La tercera manga, tendría dominios alternos con las características sabidas de ambos jugadores. Djokovic levantaría un break point en el game inicial de dicho tramo, para luego apoderarse del servicio del actual número 4  (a partir del lunes será 9° ATP) mediante la agresividad de su devolución y perfectos ataques para llevar el match a un 3-0.

El turno le correspondería después a Wawrinka, que a través de su conocida demoledora derecha pulsó a fondo levantando un break para evitar un 0-4, lo que significaría una gran inyección anímica para él, pues acto seguido, consiguió  el game con el saque del serbio dejándolo en cero para luego nivelar el electrónico (3-3).

Luego, los dos tenistas harían respetar su servicio hasta el décimo game, donde apareció la jerarquía de Djokovic para aprovechar desaciertos del helvético y colocarse a un parcial del triunfo (6-4).

Todo parecía indicar que el número 1 se llevaría el cuarto set tras quebrar a Wawrinka para colocarse 2-0 arriba. Sin embargo, la historia del partido volvería a dar un nuevo giro. El suizo revirtió de gran manera el marcador con la contundencia de sus golpes y subidas a la red;  quebrando en primer lugar el servicio del balcánico, luego dándole vuelta a un 0-40 para igualar a dos games por lados y finalmente vulnerando otra vez el saque de un errático Djokovic hasta lograr  llevar encuentro a un quinto set (6-4).

El episodio final no tendría rivalidad. Djokovic – aunque algo cansado – continuó con su estrategia de devoluciones precisas y sólidas además de utilizar su derecha para dar puntillazos finales. Wawrinka por su parte; se llenó de errores no forzados al momento de desatar sus tiros, los cuales, muchos de ellos se fueron más allá de la línea de fondo debido a que los jugó de manera imprecisa a la hora de decidir.

Todo ello originó que Djokovic cierre el tramo blanqueando a su contrincante (6-0) para meterse en su decimoquinta final de Grand Slam enfrentando a Murray, a quien ya le ganó en Australia durante las definiciones los campeonatos 2011 y 2013.

Foto: Web Oficial del Abierto de Australia.

Por: Luis Miguel Guerrero.

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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