Joni Jiménez lleva años tratando de sacar adelante a sus hijas Lucía y Yasmina luego que su pareja y madre de las adolescentes lo abandonó hace cinco años, pero ayer su vida dio un giro inesperado.
Jiménez es el ganador de uno de los premios de la lotería y hace pocos días compró una décima del boleto premiado 05685 de la lotería del niño.
Según anota el Correo de España, el residente de Bilbao tiene de nuevo la sonrisa en el rostro, luego de llevar más de una década sin trabajo fijo haciendo kilómetros con su vieja furgoneta de 22 años para ganar unos euros con los que sacar adelante a sus hijas.
Lo abandonó y ahora lo busca
El afortunado se ha dedicado a sus hijas en solitario desde hace cinco años, cuando su mujer se marchó de casa.
«Hoy, después de no querer saber nada de nosotros durante mucho tiempo, no para de llamarme», relató con una media sonrisa en el rostro sobre su pareja.
Joni no acababa de creerse que por fin su suerte hubiese cambiado. «Llevo toda la vida luchando por mis niñas. Necesitábamos esto porque de verdad no teníamos nada», confesó.
Según el Correo, regalarle un perfume a una de sus hijas estas navidades le había costado un esfuerzo tremendo, lo mismo que reunir los 20 euros con los que compró el décimo en el bar Ziortza, de su amigo ‘Tommy’, a donde acude todos los días.
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A primera hora de la tarde no sabía qué iba a hacer con el inesperado premio de lotería. Sus hijas menores Lucía y Yasmina -de 13 y 14 años, respectivamente- no dudaron en expresar lo que querían.
«Quiero un viaje a Roma, unas extensiones y un iPhone», dijo la adolescente de 13 años. Jiménez estaba viendo el sorteo en casa cuando se enteró.
«Al principio pensaba que solo tenía los últimos tres números, pero cuando vi que eran los cinco perdí el décimo de lo nervioso que me puse. No sabía dónde lo había metido. Al de un rato, cuando me tranquilicé, apareció», apuntó.
Para sus hijas también fue un shock tremendo. «Me despertó mi hermana tirándome de los pelos», recordó Lucía.
Joni Jiménez y sus hijas provienen de etnia gitana vive en Arangoiti, el ganador hace 8 años subsiste gracias al dinero que consigue con trabajos puntuales con una furgoneta que ahora jubilará.
Desde ayer afrontan la vida con más alegría y con «seguridad», algo que el padre no ha podido hacer desde hace más de una década por circunstancias de la vida.
