En las últimas horas la muerte del general iraní, Qasem Soleimani, ha despertado temor en el mundo y es que pese a que Estados Unidos lo abatió con «un tiro de precisión de drone», el gobierno de Teherán anunció venganza contra los intereses norteamericanos.
La noticia despertó la alerta, no sólo de quienes residen en Irán e Irak, sino porque esta inesperada reacción de los EE.UU. -de abatir a un jefe militar iraní- podría retomar la escalada de violencia y ataques armados inesperados.
¿Quién es Qasem Soleimani?
Pero, ¿quién es Qasem Soleimani?. Pues fue el comandante de la fuerza élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, para su país un personaje muy popular, pero para Washington, un hombre con las manos manchadas de sangre estadounidense.
El militar lideró el contraataque de Teherán contra la amplia campaña de presión y las sanciones impuestas por Estados Unidos, además una serie de ataques menores con misiles contra bases militares estadounidenses en Irak fueron atribuidos a Teherán.
En medio de esta maraña de hechos sin explicación, un contratista civil estadounidense murió, mientras tanto, todas las operaciones iraníes previas -contra petroleros en el golfo, el derribo de un vehículo aéreo estadounidense no tripulado, incluso el mayor ataque contra una instalación petrolera saudita– ocurrieron sin una respuesta directa por parte de Estados Unidos.
En cuanto a los ataques con misiles contra bases estadounidenses en Irak, el Pentágono ya actuó contra la milicia proiraní que cree que está detrás de ellos. Eso provocó un asalto a la embajada estadounidense en Bagdad.
Por ello resulta más sorprendente que Estados Unidos no haya pedido formalmente la cabeza de Soleimani, pero de pronto estuviera en la mira del presidente Trump con un ataque inesperado que provoca su muerte.
¿Qué respondió EE.UU. tras el ataque?
La explicación que dio Estados Unidos tras la decisión de matar a Soleimani llegó desde el Pentágono, enumerando una serie de hechos conocidos o acciones pasadas, para luego precisar que el ataque fue disuasivo.
Y que el general Soleimani, dice el comunicado del Pentágono, estaba «desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidense en Irak y en toda la región».
¿Cuáles serían las consecuencias?
Pero tras ser abatido Qasem Soleimani, la respuesta iraní es evidente tal como señaló el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, quien pidió «severa venganza» por la muerte de Soleimani.
El primer riesgo es una temida guerra entre Irán y Estados Unidos en suelo iraquí, territorio inseguro en este momento, por ello la embajada estadounidense instaba a sus ciudadanos a irse «inmediatamente».
Desde que Estados Unidos acabó con el régimen de Sadam Husein, parte de Irak fue su zona de operaciones.
Otro riesgo son las acciones grupos radicales y terroristas en intereses norteamericanos incluso fuera de medio oriente, como atentados con bombas o ataques masivos.
Por ahora los 5.000 soldados estadounidenses desplegados en Irak son un objetivo potencial obvio. Y también lo son otros representantes que ya han sido el blanco de Irán en el pasado.
Por ahora las consecuencias económicas son evidentes como el aumento de los precios del petróleo, pero la amenaza militar iraní despierta las alertas en todo el mundo.
