Los Grammys llegaron con la presentación de dos grandes. La mítica banda The Beach Boy y Paul McCartney.
La icónica agrupación californiana demostró en el escenario que aún están para recorrer grandes escenarios con «Good vibrations».
Las voces casi perfectas, 50 años después del éxito, transportaron a muchos a una prodigiosa época de buena música playera.
Paul McCartney no se quedó atrás y demostró ser un grande.