Sin duda el perro es el mejor amigo del hombre y en muchas ocasiones los humanos somos ingratos con ellos.
Si para un humano dejar de ver por unos meses a una persona querida puede ser chocante, una mascota que ha recibido afecto mantiene esa gratitud y cariño puede llegar a desmayarse de emoción.
Así lo demuestra un pequeño Schnauzer de nombre Casey, perro de familia que de pronto sufrió la ausencia de su dueña que dejó Pensilvania para ir a vivir y trabajar en Eslovenia.
Tras meses de postergar su retorno, su dueña retorno a casa y recibió un cariñoso saludo de Casey. Los aullidos de emoción de la perrita eran interminables cuando de pronto ella perdió el conocimiento.
Mira este reencuentro de Casey y su dueña.