El domingo 5 de abril de 1992, el gobierno democrático del entonces presidente de la Nación, Alberto Fujimori, se convertiría en una dictadura, tras adoptar una serie de medidas, las cuales serían apoyadas días después por más del 80% de la ciudadanía nacional.
Una noche como hoy, hace 25 años, el ex mandatario (hoy preso por delitos de lesa humanidad, corrupción y otras sentencias) dio un mensaje a la nación en el cual, anunciaba con un enfático, rotundo y autoritario DISOLVER, el Congreso de la República de forma temporal, con el fin de modificar la actual Constitución Política en lo que respecta a una nueva estructura del Poder Legislativo y Judicial, para convertirlos así “en eficaces instrumentos de orden y desarrollo”.
Asimismo, Fujimori disponía la reorganización total del Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Ministerio Público: con el propósito de “moralizarlos”.
Una tercera medida anunciada por el hoy preso exmandatario, era la restructuración de la Controlaría de la República, con el objetivo de lograr una fiscalización adecuada y oportuna de la administración pública, “que conduzca a sanciones drásticas para los responsables de la malversación de los recursos del Estado”.
En tal sentido, Alberto Fujimori justificaba su AUTOGOLPE de Estado con dichas medidas, que según él, eran necesarias para pacificar al, luchar contra la corrupción, promover una economía de mercado, entre otras propuestas, dentro de un gobierno – que él propio expresidente catalogó – de Emergencia y Reconstrucción Nacional.
Aquella fecha, mientras Fujimori daba su mensaje al Perú por la televisión; los militares tomaban el control de los establecimientos del Estado y de los diferentes medios de comunicación, algo que no se puede permitir en una estructura democrática.
Por eso, nunca más a un 5 de abril.
Por: Luis Miguel Guerrero Dávila.