El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, dijo hoy sentirse perplejo por la actuación de la contadora Ingrid Suárez, cuya elección como titular de la Contraloría será dejada sin efectos por presuntas irregularidaes, y señaló que las mentiras no ayudan a construir una sociedad.
El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, dijo hoy sentirse perplejo por la actuación de la contadora Ingrid Suárez, cuya elección como titular de la Contraloría será dejada sin efectos por presuntas irregularidaes, y señaló que las mentiras no ayudan a construir una sociedad.
“No quiero maltratar el caso de la elección de la contralora, pero evidentemente nos deja perplejos. ¿Qué necesidad había de no decir las cosas con claridad?”, expresó durante su programa radiofónico en RPP Noticias.
Durante su alocución, sostuvo que todos los humanos cometemos “errores que se pagan” de una manera u otra, y consideró que todos deben decir la verdad por más exigencia o esfuerzo requiera hacerlo ante los demás.
El prelado dijo que es necesario afrontar la verdad porque, finalmente, finalmente la mentira se descubre. “Debemos afrontar la verdad, y no acomodar la verdad, que es una mentira, simplemente para crear una impresión y quedar bien delante de los demás. Eso no forma cultura, sociedad, familia”, reflexionó.
En la víspera, el presidente de la República, Alan García, solicitó al Congreso dejar sin efecto el nombramiento de Suárez como titular de la Contraloría, por las inconsistencias en la documentación que acreditan sus estudios de ingeniería en España.
Aparentemente, Suárez consignó en su currículum que bachiller de ingeniería industrial en la Escuela Politécnica de Gijón, España, sin serlo.
Al respecto, el cardenal Cipriani sostuvo que mentir genera una falsa expectativa y se enfrenta el riesgo de recibir críticas y ataques de la gente cuando se descubre la verdad.
“Hay mucha gente que prefiere ir por el camino de la mentira para ver si no lo descubren y para evitar el dolor de la verdad (…) Si nos convertimos en gente astuta, de quién engaña más al otro, eso no camina, no funciona”, señaló.
El representante eclesiástico aseveró que en el Perú hay “un gran déficit” de la verdad, al punto que decir la verdad muchas es catalogado “como una falta de educación”.
