El Papa Francisco encabezó hoy una emotiva ceremonia por Jueves Santo y lavó los pies de 12 presos de la cárcel romana de Rebibbia en Italia.
El acto en el cual el Papa Francisco representa la humildad de Jesús frente a sus discípulos, fue mucho más resaltante y es que su santidad lavó los pies a un niño.
El menor estaba acompañado de su madre, quien es interna del reclusorio. Tras el acto la mujer lloró de emoción mientras cargaba a su hijo frente al altar en el marco de los actos religiosos por Semana Santa.
En otro momento, el Papa Francisco lavó los pies de un hombre adulto quien abrazó a su santidad por varios minutos mientras este le cogió la cabeza.
Fueron seis hombres y seis mujeres, la mitad de ellos extranjeros, quienes recibieron la bendición del Papa Francisco.