Machu Picchu

Machu PicchuCuando todos pensaban que Hiram Bingham, un académico estadounidense de la Universidad de Yale, fue el primer extranjero en hallar las ruinas del Machu Picchu, en Perú en el año 1920, todo apunta a que esa versión no es cierta sino que un súbdito alemán, Augusto R.Berns, lo hizo antes, precisamente en el año 1860.

Machu PicchuCuando todos pensaban que Hiram Bingham, un académico estadounidense de la Universidad de Yale, fue el primer extranjero en hallar las ruinas del Machu Picchu, en Perú en el año 1920, todo apunta a que esa versión no es cierta sino que un súbdito alemán, Augusto R.Berns, lo hizo antes, precisamente en el año 1860.

Según la revista The Time de Inglaterra,  Berns "expolió" Machu Picchu con apoyo del Gobierno peruano, que habría recibido un suculento 10 por ciento de lo obtenido por el alemán.

Se considera que Bingham lo descubrió en 1910, y se llevó miles de objetos de la ciudad perdida de los incas, entre ellos, momias, cerámicas y huesos de este misterioso emplazamiento civil y religioso.

Sin embargo, los documentos y mapas estudiados por Paolo Greer, un investigador y explorador estadounidense independiente, han aportado evidencias de que un aventurero alemán llamado Augusto R.Berns ya había estado allí al final de la década de los 60 del siglo XIX.

Berns habría expoliado el lugar a sus anchas y sólo habría tenido que conceder un 10 por ciento de beneficio al Gobierno peruano a cambio de su complicidad, según asegura Greer después de haber estudiado en profundidad el asunto.

Si la teoría de Greer es correcta, en 1911 Bingham sólo se llevó del Machu Picchu los despojos que no quiso Berns 40 años antes, con lo que los más ricos tesoros de la ciudad de los incas habrían sido vendidos a compradores que se desconocen a día de hoy.

Las investigaciones de Greer han sido corroboradas por el Instituto Francés de Estudios Andinos, que asegura que Berns tenía un permiso del Gobierno peruano para "explotar una huaca inca, o un lugar sagrado inca", lo que lleva a pensar que ese lugar sagrado era el Machu Picchu.

Greer se basa, entre otras cosas, en un panfleto de 1887 escrito por el propio Berns en el que se promociona una compañía para explotar una huaca inca y en el que el aventurero alemán hace una descripción de lo que se cree es el Machu Picchu.

De hecho, el propio Bingham podría haber tenido conocimiento de las exploraciones de Berns, toda vez que en su libro sobre los incas, asegura que "con la posible excepción de algún que otro prospector minero, nadie en Cuzco ha visto las ruinas de Machu Picchu o aprecia su importancia"; ese 'prospector minero' al que se refiere, podría ser su antecesor, el alemán que expolió el templo inca décadas antes que él. (Traducido por la Opinión de España)

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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