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SonrisaDescubren por qué no dejamos de tararear ciertas melodías

SonrisaDescubren por qué no dejamos de tararear ciertas melodías

Muchas veces nos hemos preguntado, ¿por qué se me ha pegado el coro de esa canción? Nuestro estado de ánimo tiene ciertamente que ver. La investigadora Andréane McNally-Gagnon, del Departamento de Psicología de la Universidad de Montreal, ha puesto en marcha un estudio para conocer por qué mucha gente se “infecta”, en algún momento, con alguna pieza musical que pasa a sonar en su mente una y otra vez sin que logre dejarla de lado.

La propia McNally-Gagnon, que posee formación musical y toca, es «contagiada» a menudo, por lo que quiso entender mejor cómo y por qué ocurre este fenómeno.

Para empezar, pidió a usuarios francoparlantes de internet dar una puntuación a 100 canciones de música Pop dependiendo de lo pegadizas que resultasen y de la facilidad con que acabasen sonando repetidamente en la mente del oyente sin esfuerzo consciente por parte de éste.

Las cinco primeras de este curioso ranking fueron: «Singing in the Rain» («Cantando bajo la Lluvia») (Gene Kelly), «Live Is Life» (Opus), «Don’t Worry, Be Happy» (Bobby McFerrin), «I Will Survive» (Gloria Gaynor) y, en primer lugar, «Ça fait rire les oiseaux» (La Compagnie Créole). La lista completa está publicada en www.brams.org.

En el laboratorio, McNally-Gagnon y su colaboradora Sylvie Hébert pidieron a 36 personas, la mitad de ellas músicos, que tarareasen y grabaran las canciones pegadizas que no podían sacarse de la cabeza, y anotaran su estado emocional antes y después.

Las investigadoras encontraron que las infecciones de melodías pegadizas persistían más tiempo en los músicos que en las personas que no lo eran.

También han constatado que el fenómeno se presenta usualmente cuando los sujetos están en un estado emocional positivo y manteniéndose ocupados con actividades no intelectuales que requieran poca concentración, como por ejemplo caminar. Una hipótesis sobre el fenómeno es que quizás se produzca para impedir cambios negativos del estado de ánimo.

El estudio ha corroborado también que la memoria auditiva de las personas puede replicar las canciones con suma exactitud. El tarareo de los músicos incluso reproducía, con poca diferencia, el tono original. Esa diferencia crecía al doble en el resto de participantes.

McNally-Gagnon y Hébert planifican ahora la nueva fase de su investigación: estudiar las melodías pegadizas utilizando tecnología de Estimulación Magnética Transcraneal.

Tomado de: http://www.amazings.com/ciencia/noticias/210710a.html

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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