El Ministerio Público decidió no denunciar a Julio César Jaime Sal y Rosas, el sujeto que el pasado 30 de julio arrojó agua hirviendo en el rostro de su pareja Elizabeth Alanya Sánchez, causándole graves quemaduras.
El Ministerio Público decidió no denunciar a Julio César Jaime Sal y Rosas, el sujeto que el pasado 30 de julio arrojó agua hirviendo en el rostro de su pareja Elizabeth Alanya Sánchez, causándole graves quemaduras.
La hermana de la víctima, Ruth Alanya, aseguró que a la vivienda de Elizabeth, ubicada en el el Rímac, llegó una notificación que informaba al respecto.
«En su casa del Rímac, donde no hay nadie, llegó un documento el 10 de agosto y yo recién lo encontré. Dice que no es delito», aseguró en declaraciones a a RPP.
Asimismo, solicitó apoyo de las autoridades, pues consideró que la agresión que recibió su hermana no puede quedar impune. “Hasta el presidente García se ha referido acerca de esto», agregó.
Asimismo, Alanya comentó que no tiene comunicación con la abogada que el Ministerio de la Mujer les facilitó para asesorarlas, por lo que desconoce la forma cómo se está dando el proceso.
«Es que no nos comunicamos con ella, no tenemos el teléfono ni directo, como también llevará tantos casos. No puede seguro», refirió.
Como se recuerda, el pasado 30 de julio, Sal y Rosas arrojó una olla de agua hirviendo al rostro de Elizabeth debido a sus celos enfermizos. El agresor fue puesto en manos de la justicia, pero el titular del Séptimo Juzgado Penal, Zoilo Enríquez Sotelo, decidió devolver el caso al Ministerio Público.
El argumento utilizado fue que la orden de detención preliminar no presentaba todas las formalidades del caso, por lo que fue puesto en libertad. Por ello, el citado juez fue suspendido en sus funciones el pasado 11 de agosto por el jefe del Órgano de Control de la Magistratura (OCMA), Enrique Mendoza.
Además, el organismo le abrió proceso disciplinario al advertir la «existencia de circunstancias que lo vinculan con una inconducta funcional grave al resolver el caso puesto a su conocimiento».
La OCMA consideró que Enríquez Sotelo aplicó normas legales no adecuadas ante el pedido del Ministerio Público para que dicte la detención preliminar de Sal y Rosas ante tan grave delito.
