La exprimera ministra británica Margaret Thatcher, quien hoy dejó de existir a los 87 años de edad, mencionó a nuestro país en sus memorias publicadas por el sitio web de la fundación que lleva su nombre.
En parte del texto de su autobiografía Downing Street, la «Dama de Hierro» habla la entonces posibilidad de una negociación bajo «El Plan de Paz de Perú» que no prosperó en la guerra de las Malvinas, conflicto bélico entre Argentina y Reino Unido.
La Thatcherr recuerda con claridad la propuesta de paz del expresidente Fernando Belaunde Terry y que en su momento muchos creyeron que fue ignorada por el Reino Unido.
Como se recuerda «Los años de Downing Street» es un retrato de los hechos y las personas de los primeros años de la que fuera primera ministra británica en el poder. Cuenta en primera persona cómo fueron los primeros momentos de su acceso al cargo -la mayoría de ellos críticos-, las tres victorias electorales, las guerra de las Malvinas, etc.
En su autobiografía, la Dama de Hierro habla del entonces secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar y el expresidente Fernando Belaunde Terry, tras las críticas por el hundimiento del crucero Belgrano el 2 de mayo de 1982, donde murieron 323 argentinos, 200 de los cuáles tenían entre 19 y 20 años..
En ella, Thatcher refiere que tras lo sucedido se dijo una «gran cantidad de tonterías de manera maliciosa» sobre las razones por las que hundió crucero Belgrano.
«Estas acusaciones han demostrado ser infundadas. La decisión de hundir el Belgrano (…) La afirmación de que estábamos tratando de socavar una prometedora iniciativa de paz de Perú no se sostiene», indica al referir que los que tomaron la decisión no sabían nada en ese momento de las propuestas peruanas, que en todo caso se parecía mucho al plan de Haig rechazado por los argentinos días antes.
«Hubo una clara amenaza militar que no podía pasar por alto«, señaló al subrayar que los acontecimientos posteriores justificaron la decisión. Como resultado de la devastadora pérdida de la Belgrano, la Armada Argentina – sobre todo la compañía – volvió a puerto y se quedó allí. A partir de entonces no representaba una amenaza grave.
«Belgrano resultó ser una de las acciones militares más decisivas de la guerra. Sin embargo, la terrible pérdida de vidas nos causó muchos problemas porque proporcionaba una razón, tal vez una excusa – de rupturas en las filas entre los menos comprometidos de nuestros aliados,sino que también aumenta la presión sobre nosotros en las Naciones Unidas», se lee en el documento.
La Dama de Hierro asegura que el Gobierno irlandés pidió una reunión inmediata del Consejo de Seguridad, aunque después de una intensa presión de Tony Parsons y otros, el secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, persuadió para suspender esa petición.
«Nos habían descrito como el agresor», afirma al referir que hubo cierta vacilación de los franceses y más bien de los alemanes occidentales, que presionó para un alto el fuego y las negociaciones de la ONU. «Por otra parte, en el momento del hundimiento del Belgrano, la escena diplomática se estaba convirtiendo en más difícil y complicado».
«Ya he mencionado el plan de paz que el presidente de Perú, Fernando Belaunde, había puesto a Al Haig y que él a su vez había puesto a Francis Pym en Washington los días 1 y 2 de mayo, a pesar de que no se vio nada de ello hasta más tarde», refirió en su momento Thatcher sobre los negociadores de la paz.
Para añadir a la confusión, el Secretario General estaba ahora tratando de poner en marcha una iniciativa de paz propia», agrega.