Por Antonio Manco / Google – Es indignante que un incidente callejero como el que protagonizó el embajador del Ecuador, Rodrigo Riofrío, en un supermercado de Lima, termine con el llamado en consulta de los representantes diplomáticos de ambos países.
A las imágenes de un video donde el «diplomático» responde con insultos racistas a dos mujeres peruanas que no se dejaron pisar el poncho, se suma la reacción física y cavernaria a revistazos y patadas (ocurrida fuera de cámaras según testigos) de este «señorón».
Queda claro que Riofrío olvidó su condición de embajador para dejar atrás los modales y ponerse «machito» ante dos damas, pero más indignante es la respuesta de la Cancillería del Ecuador que justifica un acto violento.
Entiendo entonces que en el edificio ubicado en la calle Carrión y Av. 10 de Agosto en Quito (Cancillería ecuatoriana) predomina el «ojo por ojo y diente por diente», ignorando el inciso 2 del artículo 81 de la ley del Servicio Exterior. Pregunto al canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, ¿no leyó la exigencia a sus diplomáticos de acreditar buena conducta pública y privada?.
Creo que aquí la diplomacia se dejó avasallar por la política y no descartaría que detrás de este comunicado de respaldo a Riofrio está el mismísimo presidente del Ecuador, Rafael Correa, quien tiene un odio impregnado contra la prensa que lo critica.
Ecuador envió el martes a su viceministro de Relaciones Exteriores, Marco Albuja, para cerrar este incidente y hasta ayer por la tarde era seguro el retorno a Quito de Riofrío. ¿Leyó Rafael Correa los titulares de la prensa peruana para dar marcha atrás y arremeter políticamente contra el Perú?. Tras esta terquedad y defensa cerrada de Ecuador a Riofrío, presumo que si. En el colmo de su cerrada defensa, Correa declaró hoy: «¿Por qué vamos a retirar a un embajador por ser agredido?».
Pero lo que viene más adelante es otro cantar. El gobierno de Ollanta Humala y su Canciller Rafael Roncagliolo tienen una prueba de fuego: aceptar que continúe un embajador que ha demostrado ser un energúmeno contra las mujeres o declararlo personan «non grata» y expulsarlo de nuestro territorio.
El resultado de esta pugna demostrará además si Ollanta Humala fue capaz de mantenerse firme en sus convicciones frente a Rafael Correa o le quebrarán el brazo con rapidez. De nuestro parsimonioso canciller Rafael Roncagliolo no puedo decir mucho pues no ha tenido firmeza contra regímenes socialistas y comunistas, para otros temas mucho más delicados. Estaremos atentos…
Columna publicada en: http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/4466152/columnistas/en-riofrio-quien-gana-ollanta-o-correa